Grupos marchan en contra de la legalización del aborto por violación; colectivos los califican de antiderechos

Grupos de danza, tambores, pitos y bubucelas acompañaron a los caminantes este 16 de marzo del 2019, que vestían ropa blanca y el simbólico pañuelo celeste que representa su causa. Las consignas a lo largo de la movilización instaban a los representantes

La caminata El amor en movimiento llegó este sábado 16 de marzo del 2019, hasta la Asamblea Nacional, en Quito, con la consigna de defender la vida desde la concepción para rechazar la reforma penal que se debate para despenalizar a las mujeres que abortan después de ser victimas de violación.
Recordar a la gente que Ecuador es un país de paz y con vocación de vida es el principal objetivo, señaló Carlos Larco, integrante del grupo organizador. “La mujer debe ser cuidada, no puede ser violada pero tampoco pueden convertirla en asesina de los seres más indefensos como son los bebés”.
En Guayaquil, Cuenca, Ibarra y Ambato también se convocó a la movilización.
Diferentes grupos integraron la caminata que inició a las 09:40. Frente a cada uno había una pancarta con el nombre de la parroquia o movimiento religioso. Édgar Heredia, miembro de la organización, aseguró que no solamente llegaron representantes católicos, sino también de la iglesia evangélica luterana y defensores de la vida en general.

“Salimos a decirles a los asambleístas que se dediquen a defender la vida de los ecuatorianos. No se preocupan por castigar al violador sino al niño que va a nacer”, precisó Germán Castro, presidente del Consejo Ecuatoriano de Laicos, sede Quito.
Para la abogada de la fundación Surkuna y activista de derechos de las mujeres, Mayra Tirira, la marcha de este 16 de marzo no responde a una posición provida sino antiderechos de las mujeres y las niñas.
“En Ecuador, durante los últimos cinco años, 11 071 niñas son madres menores de 14 años. Alrededor de 7 de cada 10 niñas menores de 14 años son forzadas a la maternidad”.
El Código Orgánico Integral Penal (COIP) sanciona con cárcel a las mujeres que abortan en Ecuador. Colectivos de derechos humanos han planteado a la Asamblea que se deje de criminalizar el aborto en los casos en que las mujeres sean víctimas de violación. Ese mismo cuerpo legal señala que el acceso carnal del miembro viril a menores de 14 años constituye delito de violación en Ecuador.
En febrero del 2019, Unicef presentó el estudio sobre la Situación de la Niñez y Adolescencia en Ecuador. El informe reveló que 2115 niñas de 10 a 14 años dieron a luz en 2016, "algunas probablemente como resultado de violaciones o emparejamientos forzados".
La mañana de este 16 de marzo, grupos de danza, tambores, pitos y bubucelas acompañaron a los caminantes de la llamada Marcha por la vida, quienes vestían ropa blanca y el simbólico pañuelo celeste que representa su causa. Las consignas a lo largo de la movilización instaban a los representantes políticos y a la sociedad civil a defender la vida.
En el recorrido María José Ayala, de 23 años, se manifestó en contra de la despenalización del aborto por violación, “porque el aborto es matar”. Esta joven cree que los legisladores deben concentrarse en el acompañamiento psicológico a las víctimas de violación.
“Una mujer que aborta es más propensa a suicidarse. Debe haber sensibilización para que los hombres no violen. La mujer ya tiene un trauma por haber sido violada y quieren causarle otro abortando”, comenta.
Gabriela Salazar acudió a la caminata con su esposo y sus dos hijos. Entre todos llevaban pequeños ataúdes colgados de unos hilos, como símbolo de la muerte que el aborto por violación causaría y que ellos quieren impedir.
La mujer de 41 años asegura que las dos personas (madre e hijo) tienen derecho a vivir. Dice que el aborto en casos de violación “es injusto porque se legaliza esto y no una manera de educar a los violadores. Estamos castigando al inocente, condenándolo a muerte aunque en el país no existe la pena de muerte”.
Grupos marchan contra el aborto en Guayaquil y hacen un llamado a candidatos
Fanny Paredes fue parte de quienes cargaron la pesada imagen de un nonato de cartón por la avenida 9 de Octubre. “Siento como si lo cargada en mi vientre”, dijo mientras avanzaba.
Ese fue uno de los símbolos de la marcha por la vida, convocada por la Arquidiócesis de Guayaquil y a la que acudieron varias congregaciones católicas y grupos provida, este sábado 16 de marzo de 2019.
“Las niñas deben cuidarse y pensar bien antes de cometer cualquier error”, dijo Paredes al consultar su opinión sobre el aborto. Luego reflexionó. “Bueno, ambos deben pensar, hombre y mujer”.
La manifestación rechaza la despenalización del aborto en caso de violación, incesto y malformación del feto, un tema que ha dilatado el debate en la Asamblea Nacional. Quienes defienden esta posibilidad se identifican con pañoletas verdes.
Quienes asistieron a la marcha de este sábado usaron pañoletas celestes, marcadas con la frase: salvemos las dos vidas. Monseñor Luis Gerardo Cabrera, arzobispo de Guayaquil, llevó una pañoleta atada al cuello para celebrar el Día del niño por nacer.
“¿Por qué destruir una vida que también tiene derecho a la existencia? La vida está por encima de todo”, dijo al llegar a la Plaza Centenario, desde donde salió la marcha a las 10:00. El arzobispo enfatizó que hay vida desde la concepción y que los derechos son para todos. “Hay que hablar de los derechos del niño por nacer. No son simples células”.
Al final de la marcha se concentraron frente a una tarima instalada en la avenida Malecón, donde se tenía previsto la presentación de artistas hasta el mediodía. Coparon cuadro cuadras, hasta la calle Córdova.
Desde la tarima también se leyó un manifiesto, firmado por el Consejo de Laicos Católicos de Guayaquil. Nelson Martínez fue el portavoz de este mensaje, dirigido especialmente a los postulantes de las elecciones seccionales de la próxima semana.
“Queremos invitarles a que se comprometan con nuestros principios y valores -dijo Martínez a los candidatos políticos-, porque: ¡con aborto, no te voto!”.
Manifestación antiderechos
Según Mayra Tirira, de Surkuna, los tratados internacionales exhortan al Estado ecuatoriano, sobre todo al Comité de Derechos de los Niños a que despenalice el aborto por causa de violación. Además de ese comité, en 2015 el Consejo de las Naciones Unidas para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (Cedaw) exhortó al Estado ecuatoriano a despenalizar el aborto principalmente en caso de violación. En el 2017, el mismo planteamiento fue realizado al país por el Comité de la Naciones Unidas para la Tortura. “No es justo que las mujeres y niñas sean forzadas a una maternidad y que si deciden interrumpir su embarazo sean criminalizadas”.
Menciona además que, en Ecuador, cerca de 367 mujeres han sido judicializadas por aborto. Y asegura que la penalización no ha garantizado que las mujeres no practiquen abortos. “Lo que ha hecho es empobrecerlas más, estigmatizarlas y denegar sus derechos sexuales y reproductivos, y en algunos casos también afectando su derecho a la salud”.
En enero del 2019, el Pleno de la Asamblea Nacional discutió el Proyecto de reformas al Código Orgánico Integral Penal (COIP), que incluye, entre otros temas, la legalización del aborto en casos de violación en Ecuador.
El 8 de marzo del 2019 se realizó a escala nacional la huelga 8M, en conmemoración del Día Internacional de la Mujer, que también tuvo entre sus exigencias la legalización del aborto.