El término ‘guerrera’ o ‘guerrero’ y sus sinónimos se asocian muchas veces con las personas que se enfrentan al cáncer.
Luis Mariño da batalla a este mal desde el fotoperiodismo. Lucho o Luigi (para los amigos) es un luchador y, sobre todo, es un emprendedor.
En lugar de llorar o ahogarse en la depresión (que cualquier enfermo de cáncer tiene derecho a hacerlo), este fotoperiodista quiteño de 40 años ha salido adelante.
Se limpió las lágrimas del rostro, respiró profundamente tomando fuerzas y decidió financiar su tratamiento con el trabajo que lo ha acompañado toda su vida: la fotografía y el arte de contar historias.
En octubre del 2020, en plena pandemia, fue diagnosticado de un cáncer de estómago agresivo. Un pólipo maligno de 11 milímetros pasó a ser un tumor con las dimensiones de dos puños en apenas un mes.
Para detener el avance de la devastadora enfermedad, le hicieron una gastrectomía (remoción del estómago) casi total, lo que le obliga a tomar suplementos vitamínicos y comer varias veces al día en minúsculas porciones.
En medio de la pandemia, su grave diagnóstico, el dolor de su familia y un tratamiento que le demanda inyectarse cada 28 días una ampolla que le cuesta USD 2 200, Luis Mariño decidió emprender.
Su patrimonio eran sus fotografías y por ello decidió venderlas en digital y en físico, en diferentes tamaños y calidades de papel, para pagar su costosísimo tratamiento, que no lo cubre ni el IESS, ni el Estado por falta de medicinas.
Pero además de vender su trabajo, decidió recorrer el Ecuador cámara al hombro en busca de historias de personas con cáncer y presentar su realidad ante el mundo: la falta de recursos en los hospitales y los costosos medicamentos; pero, sobre todo, la determinación incesante, el trabajo, la dignidad y la mentalidad de estos pacientes.
Desde marzo, estas historias las publica en el portal www.luchocontraelcancer.org, y en la página de Facebook del mismo nombre donde también está expuesto su catálogo de fotografías para la venta y recibe donaciones.
Estas últimas sirven para cubrir el tratamiento de los pacientes del proyecto y para financiar los costos de los recorridos en busca de las historias donde participa también un equipo de producción que trabaja sin cobrar.
“El proyecto Lucho Contra el Cáncer parte de ver el dolor de mi familia. No quería que me vieran derrotado. Quiero que vean que estoy luchando, que sigo trabajando, aunque mi cuerpo está disminuido, mi mente funciona e incluso con más agilidad. Hay muchas otras personas como yo, que diariamente están trabajando, se levantan y dan batalla. Si no contamos estas historias, no se conoce lo que está pasando con esta realidad.
Es doloroso ver el cáncer en Ecuador. Hay filas interminables en los hospitales de personas que vienen de otras provincias y que ni siquiera alcanzan a agendar un turno. La fotografía es mi compañera para contar estas historias. Busco que la gente se sensibilice sobre quienes tenemos cáncer. Que vean que aunque enfrentamos una situación difícil, tenemos dignidad y damos gracias por cada día con alegría”, dice Luis.
Hasta este domingo 10 de octubre del 2021 ha recorrido 1 600 kilómetros dentro del país y ha retratado las historias de pacientes en Santa Elena, Portoviejo y Ambato como Yoconda Poveda, quien ha luchado con la enfermedad por 11 años o Marielita Valdez, quien batalla con esta dolencia desde hace cuatro años.
La meta es llegar a recaudar USD 50 000, pero hasta ahora solo ha vendido fotografías y recibido donaciones por unos USD 2 000. En Twitter e Instagram, el proyecto se encuentra como @luchocontraelc, y también se reciben donaciones. Llamar al 09 956 52036.