Es una lucha por su vida. Desde julio de 2021, Pedro (nombre protegido) empezó un viacrucis por acceder a un trasplante de riñón a través del Ministerio de Salud Pública (MSP). Un mes antes comenzó el tratamiento de hemodiálisis, debido a una insuficiencia renal crónica que fue el detonante de un cuadro previo de hipertensión arterial. El camino no ha sido fácil; Pedro es portador de VIH y denuncia que por su condición le han negado la cirugía.
Su documentación, que incluye las pruebas para acceder al procedimiento, ha pasado por al menos cuatro hospitales y en todos ha recibido la misma respuesta: no hay un protocolo para realizar trasplantes a personas con VIH. Tampoco ha podido tramitar la derivación internacional, a centros en el exterior que sí realizan estas cirugías. Entonces decidió tomar la vía legal.
El abogado José Flores lleva el caso y presentó una acción de protección por vulneración del derecho a la salud y a la vida. El viernes 29 de octubre de 2022 fueron convocados a la audiencia en línea, pero la jueza a cargo no se conectó. Este miércoles 2 de noviembre se instaló la audiencia.
“Demandamos que el Estado, a través de las políticas públicas que debe accionar a favor de la ciudadanía, cumpla con el trasplante renal con donante vivo que ha solicitado Pedro”. Una hermana está dispuesta a donarle uno de sus riñones.
La vulneración de derechos
El Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos se sumó al caso con un amicus curiae. Con este recurso afirman que se estaría incurriendo en vulneraciones del derecho a la salud, a la vida y a la atención preferente de los grupos de atención prioritaria.
“Vemos que todavía existe, por parte de los servidores públicos en el área de salud, este desconocimiento al tratamiento que debe tener una persona que es parte de los grupos de atención prioritaria. Inclusive podemos determinar que hay ciertas categorías sospechosas de discriminación al no considerar a Pedro como una persona apta para el trasplante”, aseguró Abraham Aguirre, integrante del área legal del Comité.
El abogado Flores agrega que desde el MSP se ha omitido la implementación de protocolos de trasplante para pacientes con VIH. Sin embargo, estos sí se aplican en hospitales particulares y otros que son parte de la red complementaria de salud del Ecuador.
Esa es otro de las vías que Pedro ha intentado seguir con el apoyo del Instituto Nacional de Donación y Trasplantes de Órganos (Indot). Pero la última palabra está en los hospitales. “Hay discriminación por parte del Estado, a través de sus funcionarios públicos, en perjuicio de la salud y la vida de Pedro”, asegura su abogado.
El Indot recomienda, pero los hospitales deciden
La función del Indot es regular, coordinar los trasplantes en el Ecuador y manejar la lista de espera para estos procedimientos. Es una entidad adscrita al MSP y aunque varios de sus funcionarios han intentado buscar una solución para Pedro, la cirugía aún no llega.
Más que depender de un protocolo, Mauricio Espinel, director ejecutivo del instituto, explica que los médicos que han conocido el caso han indicado que no están preparados para el manejo de pacientes con VIH o no tienen experiencia.
El funcionario no niega que haya cierto estigma de los especialistas en relación al riesgo, pese a que Pedro tiene una carga viral baja, casi indetectable gracias al tratamiento con antirretrovirales. “Como Indot no podemos forzar a un profesional para que atienda a un paciente cuando su argumentación es que no puede hacerlo”.
Sin embargo, el directivo anuncia una posible salida. Un hospital del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) en Quito, de los que han sido parte del largo peregrinar de Pedro, ha comenzado una nueva revisión del caso.
“Finalmente, encontramos un profesional que dijo: yo sí he tratado este tipo de circunstancias, en un hospital privado de la Capital. Hicimos el contacto y volvimos a insistir en un hospital del IESS de Quito donde aceptaron hacer la revisión con otra predisposición”.
Espinel dijo que ha dialogado con especialistas del área de Infectología del hospital, quienes afirman que no hay limitación para el trasplante. Ellos se han comprometido a emitir un informe favorable al paciente, con sugerencias para el equipo de cirugía.
La otra opción es una derivación al extranjero, una solicitud que no se ha concretado porque Pedro aún no recibe la documentación completa por parte del MSP. España es uno de los países que realiza cirugías de alta complejidad como esta en pacientes con VIH. En Sudamérica las hacen Colombia y Argentina.
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