El libro ‘Cartas de Niñas’ fue presentado hoy, 7 de marzo de 2017, por la ONG Plan Internacional en el auditorio de la Universidad Casa Grande. Foto: Elena Paucar/ EL COMERCIO.
Anita dejó los crayones y el papel para tomar el micrófono. La mañana de este martes 7 de marzo del 2017, en el auditorio de la Universidad Casa Grande de Guayaquil, decidió alzar su voz y contar una historia que le conmovió.
La pequeña de 15 años compartió uno de los tantos relatos que se repiten en el libro ‘Cartas de Niñas’, que fue presentado por la ONG Plan Internacional. “Esta historia me impactó. Es de una niña, que tenía muchos problemas en su hogar. Un día su mamá quedó embarazada y su papá le dijo que tenía que dejar los estudios para cuidar a su hermanito y hacer los quehaceres domésticos, como siempre pasa”, relató.
Esa y otras vivencias se entretejan en cada página. Son 1 200 niñas, de entre 12 y 16 años, que viven, principalmente, en zonas rurales de 16 provincias del país, que revelaron su alma en este libro.
Ellas escribieron sus sueños. Pero también reflejan las barreras que afrontan a diario: el 53% mencionó la violencia, el 26% la falta de acceso a la educación, el 13% el trabajo infantil y el 8% el embarazo adolescente.
Verónica Zambrano es la responsable pedagógica de la iniciativa Cartas de Niñas, de Plan Internacional. De todas las narraciones de las adolescentes, asegura que la violencia marca gran parte de sus letras.
La violencia marca gran parte de los relatos recogidos en el libro ‘Cartas de Niñas’. Foto: Elena Paucar/ EL COMERCIO.
“La violencia sigue siendo la forma de educación en la familia y la escuela, esos dos espacios en los que tenemos que transmitir valores, amor, comprensión, cariño, anhelos y sueños, muchas veces son también los espacios en los que más violencia recibimos”, dijo. Según datos del Observatorio de los Derechos de la Niñez y Adolescencia, en Ecuador el 40% de los niños de entre 4 y 17 años han sido agredidos en el ambiente intrafamiliar.
Otra de las barreras que les impide tener una infancia feliz es el embarazo adolescente. “Esto tiene una coincidencia muy grande con las estadísticas en el Ecuador, sobre los altos índices de embarazo adolescente. El país tiene uno de los más altos de la región”, añadió Zambrano.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) establece que tres de cada 10 mujeres es niña o adolescente en el país.
Por estas estadísticas, Luzmila Nicolalde, presidenta del Consejo Cantonal de Protección Integral de Derechos de Guayaquil, aseguró que es necesario oír la voz de las niñas, tomar en cuenta sus miedos y avanzar en el empoderamiento de sus derechos.
“Hay que desarrollar al máximo el pleno potencial de las niñas y de las mujeres de todas las edades. Y asegurar su plena participación en condiciones de igualdad en la construcción de un mundo mejor y promover su papel en el proceso de desarrollo. Es lo que cita el numeral 34 de la Declaración de la Cuarta Conferencia Mundial de las Mujeres”, citó Nicolalde, quien fue parte de un foro organizado por Plan Internacional.
En la presentación del libro se mostraron frases de algunas de las historias recogidas en el libro. Foto: Elena Paucar/ EL COMERCIO.
La psicopedagoga Marcia Gilbert fue otra de las participantes. La fundadora de la Universidad Casa Grande se enfocó en la necesidad de una educación más abierta, que deje a un lado los estereotipos de género.
Dijo que los colegios mixtos, por ejemplo, son un avance para conocer las diferencias entre niños y niñas y aprenden a respetarlas. También hizo un llamado a que los textos escolares no solo presenten héroes masculinos.
“Los textos tienen que valorar lo que las mujeres han hecho en este país. Se olvidan de muchas mujeres que han tenido trabajos nobles en el Ecuador (…). Esa predominancia del heroísmo masculino, muchas veces violento, no le hace bien a las niñas; les faltan figuras con quienes identificarse”, comentó.
En tanto, Catarina Costa impulsó a las niñas a plantearse metas y triunfar en la vida profesional. La presidenta de la Cámara de Industrias de Guayaquil compartió su testimonio y el apoyo que recibió de su familia para lograr sus estudios universitarios y posicionarse en un cargo, tradicionalmente ocupado por hombres.
“No creo que tenga una vida extraordinaria (…). Me di cuenta que me abrieron el camino mis antecesoras, las mujeres de mi familia y mi entorno. Mi abuela materna enviudó de 22 años, con cuatro hijos, y tuvo que ir a trabajar. Y la comunidad donde vivía consideró que, por el hecho de trabajar, ella no era capaz de su hija mujer. Y teniendo ella 10 años se la llevaron a un internado. Ella sufrió mucho por eso”, relató.
El libro ‘Cartas de Niñas’ fue presentado por el mes de la mujer. Las voces de Gladys, Diana, Mariposa, Bianca, Jessica y más han llegado a la Asamblea Nacional, incluso ante las Naciones Unidas. Su anhelo es conseguir cambios profundos en las políticas públicas, como afirman las promotoras de esta iniciativa.