Desde que se inició la emergencia sanitaria, los centros para niños de edad preescolar también permanecen cerrados en el país. Foto: Archivo / EL COMERCIO
Eduarda, que en julio del 2020 cumplirá cinco años, se reúne todos los días durante media hora por videoconferencia con ‘Lupita’, su maestra en el centro de desarrollo infantil La Cabaña del Tío Tom, ubicado en la parroquia La Mena, al sur occidente de Quito. Ahí recibe instrucciones para que termine de completar su cuaderno de actividades de Inicial 2, ya que debido a la emergencia sanitaria por la covid-19 ya no volverá a la que fue su ‘guardería’ por dos años.
Es precisamente el grupo de los niños más grandes -y que ingresarán a un plantel de educación básica en el próximo año lectivo- el que permite que de alguna forma este tipo de establecimientos siga funcionando bajo la modalidad de tele educación. Según refiere María Eugenia Córdova, educadora del centro infantil Mundo Papel, ubicado en el sector de la embajada de EE.UU., al nororiente de Quito, esta dinámica resulta mucho más complicada con los niños menores.
En su caso, reciben para estimulación y cuidado a pequeños a partir de un año y cuatro meses de edad, y desde que el 12 de marzo fue suspendida la asistencia a clases los que aún no llegan a los tres años han ido retirándose paulatinamente. Aunque intentan con ellos sesiones de 15 minutos “los más chiquitos lloran, se aburren, para ellos no es lo mismo frente a una pantalla”, agrega Córdova.
Este y otros centros de desarrollo infantil consultados por este Diario coinciden en que están a la espera de las decisiones de las autoridades educativas respecto al próximo año escolar, que en teoría empezará en septiembre. De todas formas, en el caso específico de los centros de educación inicial la preocupación generalizada entre los padres de familia es cuán seguro será para ellos y sus familias matricular a sus niños, cuando están en una edad donde es más difícil asegurarse de que cumplan con las normas de higiene y distanciamiento social necesarias para evitar un contagio del nuevo coronavirus.
A través de la red social Facebook varios colegios con sección inicial ofrecen cupos para niños a partir de los dos años. Agendan las primeras entrevistas informativas vía telefónica, algunos ofrecen tours virtuales por sus instalaciones y otros descuentos en la colegiatura de hasta un 20% en relación al presente ciclo, “en virtud de la actual situación del país”, como responde una maestra del Preescolar Ludoteca.
De todos modos, Viviana Ramírez duda mucho cuando le preguntan si inscribirá en algún centro infantil a su pequeña Luciana, que cumplió dos años días antes del inicio de la cuarentena. Dice que no se sentirá tranquila hasta que no haya una vacuna contra el coronavirus, y que por eso lo más probable es que continúe con las clases virtuales que ahora le proporciona el centro de estimulación temprana al que llevaba a su hija dos veces por semana hasta que comenzó el aislamiento. “No será lo mismo a que esté con otros niños, pero la profesora me dará recomendaciones de actividades adecuadas para hacer con ella en casa”, concluye.
MÁS SOBRE LA EMERGENCIA SANITARIA
placeholder