Ecuador se plantea el fin de la pandemia de covid-19 en medio de dudas

El 80% de la población ecuatoriana mayor a 3 años se encuentra vacunada con el esquema inicial de dos dosis. Foto: Archivo / EL COMERCIO

El presidente Guillermo Lasso prescribió el alta del covid-19. El 3 de octubre del 2022 diagnosticó que “la pandemia ha terminado en el Ecuador” y solo falta que el COE Nacional emita una resolución oficial para volver “a la vida normal, sin restricciones de ningún tipo”.

La decisión se respalda en la caída de los indicadores de coronavirus. En la última quincena de julio del 2022, durante el brote más reciente de Ómicron, hubo 2 690 casos de covid-19 en promedio al día; la semana pasada sumó unos 40 casos diarios. Pese al descenso de contagios, hospitalizaciones y muertes por el virus en el Ecuador, expertos locales e internacionales recomiendan una dosis de cautela. 

La Federación Médica Ecuatoriana y su Comité de Expertos analizan el anuncio del Gobierno. Previo a una asamblea, el presidente del Colegio de Médicos de Tungurahua, Patricio Mayorga, adelantó que la primera valoración es no declarar aún el fin de la pandemia.

Si bien desde julio de 2022 los reportes de contagios han disminuido casi 20 veces, no se puede descartar rebrotes por posibles nuevos sublinajes de Ómicron. Esta variante de covid-19 ha demostrado tener una alta capacidad de transmisión, aunque sin efectos de gravedad en la mayoría de los casos. 

Fray Cleiton Martínez, catedrático de la Universidad del Azuay, ve los datos desde otra perspectiva. Para el especialista, el marcado descenso hace pensar que la emergencia por coronavirus está llegando a su término, pero aclara que eso no significa que la enfermedad desaparecerá.

Martínez dice que el reporte de casos en adelante responderá a un proceso de orden cíclico-estacional, con posibles repuntes a lo largo del año luego de feriados o por la alta concurrencia en ciertos espacios de concentración.

La Universidad del Azuay, al igual que otros centros de educación superior, ha implementado mecanismos para analizar la evolución de pandemia en Ecuador. Una de esas herramientas es el índice de Harvard, que mide la ocurrencia de casos nuevos por semana.

“De acuerdo a ese método, cuando se produce un caso por cada 100 000 habitantes significa que la población está en zona verde; de uno a 10, zona amarilla; de 10 a 25, en naranja; y 25 en adelante, en zona roja”, explica el catedrático.

Hasta el pasado 2 de octubre del 2022, Ecuador reportó 1,52 casos de covid-19 por cada 100 000 habitantes, según el método aplicado por la Universidad del Azuay. Y si se aplica por territorios, las cifras tienden a bajar. Por ejemplo, Cañar registra un índice de 0,76 y Cuenca arroja 0,45.  

El pronóstico mundial del covid-19

El director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, anunció el 14 de septiembre de 2022 que “el fin de la pandemia está a la vista”. En esa semana hubo 11 000 muertes por covid-19 en el mundo, la cifra más baja desde 2020. Sin embargo, pidió mantener los esfuerzos para combatir el virus por el riesgo de nuevas variantes.

El 12 de octubre del 2022, luego de informar las acciones para controlar un brote de ébola en Uganda y otro de cólera en Haití, reconoció que el panorama actual por coronavirus es distinto al inicio de la declaratoria de emergencia mundial, pero aclaró que “la pandemia no se ha acabado”.

Hoy, jueves 13 de octubre de 2022, se reunirá el Comité de Emergencia sobre covid-19 para analizar los riesgos a los que aún está expuesta la población global, entre ellos las bajas tasas de pruebas de diagnóstico, la escasa vigilancia epidemiológica y las “grandes lagunas” de vacunación.

En América Latina y El Caribe, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) también recomienda no bajar la guardia. Ciro Ugarte, director de Emergencias de Salud, reconoce que Ecuador tiene buenos niveles de inmunización (en el esquema inicial de dos dosis), y que las cifras de contagios y muertes siguen bajando. Pero en otros países la realidad es distinta, por lo que recomendó mantener las medidas para proteger, especialmente, a los grupos de riesgo.

Por eso aconseja activar planes de respuesta consolidada y permanente, con la identificación oportuna de casos de enfermedades respiratorias, toma de muestras para análisis, continuar con la vacunación -incluidos los refuerzos-, y mantener la vigilancia epidemiológica, que permita detectar y controlar posibles brotes de covid-19.  

Vacunación con contrastes

La fase cero de vacunación del covid-19 en Ecuador comenzó en enero de 2021. Cuatro meses después, con el cambio de régimen, el Gobierno lanzó el plan 9/100. La meta de vacunar a 9 millones de personas en 100 días fue superada y hasta ahora el 82% de población mayor de 3 años de edad ha completado el esquema inicial de dos dosis.

La meta más reciente, para subir las cifras de refuerzos al finalizar septiembre del 2022, se estancó. Hay 6,5 millones de personas mayores de 12 años que aún no acceden al primer refuerzo (el 47% de ese grupo) y falta por cubrir 9,6 millones de personas mayores de 18 años con el segundo refuerzo (el 82%).

El descenso de muertes y hospitalizaciones por covid-19, así como fallas en las estrategias comunicativas, inciden en el bajo alcance de los refuerzos. Expertos han insistido en dar un giro a la campaña y ya no solo presentar a las vacunas como armas que salvan vidas, sino también como herramientas para contrarrestar futuras secuelas por el poscovid.

Fernando Sacoto, director de la Maestría en Salud Pública de la Universidad Internacional del Ecuador, recomienda al Gobierno priorizar el mensaje de la prevención antes de hablar del fin de la pandemia.

“Desde la salud pública lo importante es prevenir, porque el virus está circulando. Es verdad que no tienen la gravedad del inicio de la pandemia, pero puede afectar a las personas vulnerables”. 

Por eso cree que debe mantenerse el uso de la mascarilla en el transporte público y en los espacios cerrados. Y desde el Estado, afirma, se debe reforzar el sistema de respuesta en salud pública para no volver a vivir escenas caóticas como las que afrontó Guayaquil entre marzo y abril de 2020, con hospitales copados, sin camas ni equipos, tampoco con espacios para tantos cadáveres.

La Federación Médica Ecuatoriana tiene en su agenda evaluar el anuncio del presidente Guillermo Lasso. “Emitiremos un pronunciamiento oficial para que la medida sea analizada por las autoridades y no se adopten decisiones en forma apresurada”, dice Wilson Tenorio, presidente del gremio, quien además recalca que la pandemia continúa en el mundo. Y aunque países como Estados Unidos han determinado su fin, Tenorio asegura que Ecuador aún no está preparado.  

Casos vs. pruebas covid-19

1 004 995 casos de covid-19 han sido notificados por el Ministerio de Salud Pública (MSP) desde el inicio de la pandemia hasta el 12 de octubre de 2022. Pichincha representa el 37% de los diagnósticos y Guayas agrupa el 15%. Ambas provincias tienen un mayor acceso a pruebas PCR.

La aplicación de test ha sido una de las debilidades del Ecuador. Expertos aseguran que las cifras no son del todo reales, debido a la falta de pruebas. En los picos de contagio es aconsejable realizar unos 50 000 análisis al día y 25 000 cuando hay un descenso; la semana pasada se realizaron 1 000 pruebas por día.

En total, el MSP registra 3,2 millones de pruebas PCR realizadas desde que se decretó la emergencia sanitaria (el 68% tuvo resultado negativo). Al inicio de la pandemia, los test eran escasos en el mundo y el diagnóstico se hacía por síntomas, pruebas complementarias y rayos X. En el 2021 hubo mayor acceso a análisis específicos, pero la demanda ha sido baja debido a que la sintomatología ahora es más leve. 

El director nacional de Vigilancia Epidemiológica del MSP, Carlos Chiluisa, explica que en la última semana han realizado unas 5 000 pruebas de antígeno y cerca de 2 000 PCR. No es la cifra óptima, pero el funcionario reitera que hay una baja concurrencia, pese a que piden a la población con síntomas acudir a las unidades de salud por el examen para confirmar o descartar la enfermedad.

“Pero además esta cantidad de pruebas demuestra que el Ministerio sigue activo en la vigilancia de covid-19 -asegura Chiluisa-. Incluso estamos adquiriendo más pruebas rápidas para hacer la vigilancia de casos sospechosos con sintomatología respiratoria y tener una visión más clara de lo que está pasando en territorio”.

El porcentaje de positividad de los análisis más recientes promedia el 5% (4% para las de antígeno y 6% para las PCR). Estas cifras, según el director de Vigilancia Epidemiológica, evidencian la baja incidencia del covid-19.

Esa tendencia se mantiene en las últimas nueve semanas. La 40 es la más reciente y los datos del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica hubo 288 reportes, unos 40 casos por día.

Un luto difuso por covid-19

35 903 han fallecido por covid-19 en Ecuador desde marzo de 2020, según el Ministerio de Salud. Son casos confirmados (por prueba PCR) y probables (síntomas o pruebas complementarias). Pero los datos del Registro Civil alertan un mayor impacto.

Solo en el 2020 fallecieron 115 990 personas -por distintas causas-, un 58% más decesos en que 2019, previo a la pandemia. La velocidad de contagio de la variante original del SARS-CoV-2 y el colapso del sistema sanitario fueron algunas causas del exceso de muertes en el Ecuador.

Ahora el panorama es distinto. Los reportes del MSP registran un 2% de ocupación de camas de hospitalización para pacientes covid-19 en sus unidades y 0% de ocupación en UCI. El comportamiento es similar en los hospitales de la Seguridad Social y en las clínicas privadas. Cuatro personas han fallecido por la enfermedad en lo que va de octubre.

Estos datos justifican el pronunciamiento del presidente Guillermo Lasso. Su anuncio implicaría la eliminación de las pocas restricciones vigentes, como aquellas relacionadas con las entradas al país. El uso de mascarillas no es obligatorio desde abril pasado, aunque la medida se mantiene en las unidades médicas.

Pero incluso las autoridades sanitarias dicen que no se puede hablar del fin de la pandemia porque el SARS-CoV-2 llegó para quedarse. Por eso ha sido incluido en los planes de vigilancia de virus respiratorios

Los análisis del Instituto Nacional de Investigación en Salud Pública (Inspi), el laboratorio de referencia del MSP, advierten la presencia de los sublinajes BA.2, BA.4, BA.5 y BA.2.12.1. Todos son mutaciones de la variante Ómicron que, si bien se caracteriza por una sintomatología más leve, puede causar casos graves en pacientes vulnerables.  

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