Hay menos niños en el sistema educativo de nueve provincias de la Sierra y Amazonía. El período lectivo 2021-2022 se inició con 1 600 374 estudiantes, 18 026 menos que el ciclo anterior. Este decrecimiento se evidencia en centros públicos, privados, fiscomisionales y municipales.
Entre las causas están que los menores y adolescentes venezolanos fueron retirados de sus instituciones. La segunda razón es la salida de alumnos ecuatorianos del país; y, finalmente, la falta de equipos tecnológicos para la educación virtual o por la crisis económica. Esta última causa fue también un detonante para que padres e hijos migraran.
La reducción de alumnos se evidencia, principalmente, en Pichincha y Cotopaxi, seguido de Azuay, Bolívar, Cañar, Chimborazo, Tungurahua, Imbabura y Napo.
Los estudiantes que salieron del sistema educativo en la provincia de Pichincha suman 8 693; de ellos 5 033 son venezolanos, que se marcharon por adversidades financieras.
José Llanos, caraqueño de 38 años, se marchó de Quito a Caracas hace dos meses. Con él se llevó a sus dos hijas, de 10 y 6 años de edad. “Era imposible sostenernos sin un empleo fijo, en la informalidad ganaba USD 15 al día, no me alcanzaba para el arriendo ni la comida”.
En el país hay 40 845 estudiantes de esa nacionalidad en el actual periodo, 12 137 menos respecto del ciclo pasado.
Rodolfo, quien prefirió no revelar su apellido, es otro venezolano que no pudo cubrir las pensiones escolares de sus hijas. A la primera no le permitieron asistir a su graduación virtual y la segunda no pudo continuar en el colegio. Él no se ha marchado, pero está sin empleo y con deudas. Sus hijas no pudieron seguir estudiando.
La salida de alumnos se siente más en los colegios de la capital. En el caso del Liceo La Alborada, Juan José Hierro, su gerente, dijo que 3% de sus estudiantes abandonó completamente sus clases. Este porcentaje corresponde a nueve niños menores de 4 años.
Para Hierro, la razón principal del abandono en Pichincha es el acceso limitado a una computadora. Y la situación económica, sobre todo, en los sectores rurales.
Bladimir Tutivén, manabita, vivió ese escenario. Tras quedarse sin empleo en Quito regresó a su natal Portoviejo a mediados de agosto. Él retiró a su hijo de su centro educativo en Tumbaco y aún no ha podido reintegrarlo a sus estudios.
Juan Enrique Quiñónez, representante a cargo de Unicef Ecuador, explica que la reducción de estudiantes empezó desde 2014. Factores como el reordenamiento territorial, que alejó la oferta educativa de las comunidades; el costo que implica llevar a los hijos a las escuelas; la falta de conectividad y la pandemia han impactado en la educación.
Una encuesta de Unicef revela que las familias con niños han sufrido un mayor impacto económico y son las que más tardarán en recuperarse.
Unicef insiste en acelerar el proceso de reapertura de escuelas y centros de desarrollo infantil para asegurar el regreso a clases presenciales.
La Cartera de Educación dispuso a las instituciones realizar el seguimiento y acompañamiento a estudiantes, que se han identificado con riesgo de abandono escolar. Mediante asesoramiento, tutorías, refuerzos, nivelación y promoción educativa se busca que los alumnos contactados continúen en el sistema.
Pichincha abarca el 48% de estudiantes que se fueron del sistema; mientras que las otras ocho provincias suman 52%.
En la Sierra Centro pesó la migración hacia el exterior. En Ambato, Mariana Sánchez retiró a dos hijos de sus colegios. Ellos viajaron de modo irregular a EE.UU. La mujer contó que la venta de frutas cayó con la llegada del covid-19. “Fue una decisión dura. Gracias a Dios pasaron la frontera”.
25 alumnos de la Unidad Educativa Rumiñahui, de Ambato, migraron a EE.UU. María Ortega, coordinadora del Departamento de Consejería Estudiantil, dijo que la mayoría de quienes se fueron son del área rural: Quisapincha, Ambatillo, San Fernando y Pasa.
En la Unidad Educativa Atahualpa, también en Ambato, se registró la salida de 70 alumnos al exterior. Y en la unidad Pedro Fermín Cevallos se fueron otros 50 alumnos.
El Ministerio de Gobierno reveló que entre enero y septiembre de 2021 salieron del país 75 305 chicos ecuatorianos, de entre 5 y 18 años de edad, pero no retornaron 20 080. En similar periodo del 2020 no regresaron 3 109.