Anolis podocarpus es una especie que se puede encontrar durante la noche, con la cabeza dirigida hacia arriba, en las hojas de helechos. Foto: Cortesía Santiago Ron / faunawebecuador
Entre el 2009 y el 2015, 59 publicaciones indexadas develaron el rostro oculto de la biodiversidad ecuatoriana: tan solo se conoce el 70% de la flora y fauna del país.
Un grupo de 38 científicos de diferentes lugares del mundo y residentes en Ecuador han estado al frente de la tarea de levantar la información biológica del país y analizar en qué situación se encuentran la flora y fauna de zonas como los manglares de la Costa, los bosques andinos o las reservas selváticas.
El nombre de este proyecto se conoce como Programa Nacional de caracterización taxonómica y genética de la diversidad biológica del Ecuador, Arca de Noé, financiado por Senescyt.
El tiempo de una investigación puede llevar de uno a cinco años. Se logró descubrir y describir en revistas especializadas 57 nuevas especies de anfibios y reptiles (su enfoque en esta primera etapa se basó solo en el estudio de animales).
57 nuevos reptiles y anfibios se descubrieron en Ecuador
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Mario Yánez, herpetólogo y director del Museo Ecuatoriano de Ciencias Naturales, trabajó en conjunto con el biólogo Omar Torres-Carvajal. Ambos equipos en 2014 presentaron una nueva especie de lagartija (Alopoglossus viridiceps), que habita en la reserva de bosque nublado Santa Lucía (a una hora de Quito).
Hasta antes del 2014, la ciencia clasificaba a dicha lagartija como Cercosaura vertebralis. Revelaciones como esta se replican en varias investigaciones que ha dado fruto el proyecto Arca de Noé.
Para Yánez, el valor de este trabajo es la posibilidad de interconectar a varios científicos de todo el mundo.
Una tendencia global. De hecho, 23 universidades y centros de investigación nacionales y extranjeros han estado en constante comunicación para desarrollar las investigaciones.
Los científicos, cosa inédita en el país, han intercambiado bancos de datos, información genética local: exponiendo así la realidad biológica del Ecuador hacia el mundo.
Más del 50% de investigadores provienen de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (ranqueada por la revista Nature en el primer lugar en investigación en Ciencia Biológica). Y también, se contó con el aporte de expertos de la Escuela Politécnica Nacional.
Alejandro Arteaga, especialista de Tropical Herping (institución no afiliada al programa) expone la ausencia de taxónomos (quienes son los encargados de distinguir una especie de otra).
Por otra parte, Luis Coloma, biólogo, comentó que se descubrió especies amenazadas. Por esta razón se recolectaron especímenes de ranas arlequines (Atelopus), por ejemplo, para su reproducción, y estudio de su ADN.