Valeria y Gerardo son personas de talla baja que no le temen a los grandes desafíos

Valeria Granizo mide 1,20 metros. La estatura promedio en el país es de más de 1,50. Quiere ser mamá algún día. Foto:Diego Pallero/ EL COMERCIO.

Valeria Granizo mide 1,20 metros. La estatura promedio en el país es de más de 1,50. Quiere ser mamá algún día. Foto:Diego Pallero/ EL COMERCIO.

Las miradas ya no les preocupan. Caminan, estudian, trabajan y se sienten a gusto con su físico. Así es la vida de Valeria Granizo y Gerardo Yela, de 19 y de 35 años, respectivamente. Ambos no pasan del 1,25 metros de estatura.

Son personas de talla baja, este domingo 25 de octubre de 2015 conmemorarán su día a escala internacional. Y lo celebrarán a lo grande, ya que será la primera edición de este evento en Quito. Se desarrollará en la Cruz del Papa, en el parque La Carolina, a partir de las 09:00.

En este espacio habrá un festival musical con la presencia de Papaya Dada, La Vagancia y más. Ofrecerán charlas relacionadas a la vida de las personas de talla baja. Uno de los panelistas será Miltón Jijón, médico genetista, quien abordará el tema desde el punto de vista científico.

Hay varios tipos de trastornos del crecimiento. Los más comunes son la acondroplasia, el síndrome de Laron y de Turner. Gerardo nació con el primero. A esto se suma sus pies tenían una curvatura que no le permitía caminar. Ahora, utiliza bastón para movilizarse con mayor soltura. Lo pudo hacer luego de 21 cirugías óseas para corregir este padecimiento.

Gerardo reconoce que no es una ciudad para personas de su estatura sino para quienes miden de 1,50 en adelante. Las personas de talla baja miden entre 1,10 hasta el 1,35. Los estándares varían. Los hombres son más altos que las mujeres. En el caso de Gerardo, mide 1,25. Y Valeria, 1,20.

En el tema de movilidad, el hombre utiliza taxi, porque las gradas de los buses son altas. "No podemos subir. No hay lógica que los buses sean tan altos. Nada está acondicionado para nosotros. Por ejemplo: las sillas. Una persona promedio alcanza al espaldar y al piso. En nuestro caso, no y es complicado”.

Valeria Granizo mide 1,20 metros. La estatura promedio en el país es de más de 1,50. Quiere ser mamá algún día. Foto:Diego Pallero/ EL COMERCIO.

Otra de las complicaciones que enfrentan se presenta al intentar alcanzar a los cajeros de bancos, las perchas de los supermercados, los botones de los ascensores… Según Gerardo, en su trabajo, le acondicionaron el detector de la tarjeta magnética. “Estaba mucho más alto. No podía alcanzarlo. Ahora lo hago con tranquilidad”.

Este tipo de facilidades hicieron posible que Gerardo se desarrolle con normalidad en su trabajo. Esto no le ocurrió a Valeria. Hace unos años, la joven intentó buscar trabajo de cajera en una cadena comercial. Pasó las pruebas pero en la entrevista final no tuvo suerte. El motivo: su baja estatura. “Me dijeron que no alcanzaría las perchas y que podría tener un accidente si me subía en una escalera”.

Esta experiencia negativa no hizo que pierda sus ganas. Decidió buscar otro sitio. Lo encontró y lo mejor fue que le brindaron las facilidades para desempeñarse. Duró alrededor de dos años. Luego de esto fue en busca de su independencia y de disfrutar la vida. “Viajé. Me divertí. Hice lo que me gusta”.

Ahora planea ‘sentar cabeza’. “He pensado en mi futuro. Quiero estudiar y ser mamá”.

Precisamente, este es un punto álgido. El embarazo para las personas de talla baja es complicado. Valeria relató que no se complica. “Hay un 50% de posibilidad de que mi hijo tenga algún tipo de trastorno. Pero, igual quiero ser mamá y lo amaré con todas mis fuerzas”.

Este no es el caso de Gerardo. Él y su esposa, quien es de talla normal, no buscan tener hijos, por el momento. “Queremos seguir con nuestros viajes y otros planes”.

Gerardo Yela, de 35 años, es jefe del centro de operaciones de la red de Telefónica. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO.

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