Gabriel Esmeraldas es el encargado de una de las tiendas de la distribuidora telefónica Norphone en la provincia de Manabí, donde se desempeña como ejecutivo de atención al cliente y ventas. Él relata que desde el primer momento se identificó como homosexual. “Todos lo saben, desde la persona de talento humano hasta mi jefe”. Dice que no ha sentido rechazo y se siente valorado por su desempeño laboral.
Jerson Toapanta, jefe zonal, manifiesta que la compañía maneja una política de inclusión. De hecho, Norphone firmó los 10 compromisos de Pride Connection de la Cámara de Comercio Lgbti+ de Ecuador y va rumbo a la certificación como empresa que promueve espacios laborales inclusivos en términos de diversidad de género y orientación sexual. “Pero la inclusión va más allá de las buenas intenciones”, subraya José Miguel Campi, consultor internacional y docente de la Universidad Casa Grande de Guayaquil.
El experto explica que se trata de crear estrategias integrales que permitan medir la calidad de las empresas en aspectos como la diversidad e inclusión, más que por el rédito económico que generan.
Campi recuerda que la Constitución ya es garantista de los derechos laborales para todos y, de hecho, las empresas ya cuentan con personal Lgbti+, aunque “muchos no se identifican por temas ligados a violencia y discriminación”.
Para Diane Rodríguez, CEO de lanCámara de Comercio Lgbti+, son necesarias las capacitaciones, empezando por las áreas de recursos humanos y gerenciales. Estas deben abarcar distinciones de las poblaciones Lgbti+ “para entender, por ejemplo, la diferencia entre un hombre gay y una mujer trans”.
Rodríguez señala que antes de que una empresa reciba una certificación, la Cámara hace una revisión exhaustiva de los procesos internos y reglamentos. El proceso de certificación toma entre 60 y 90 días y el certificado es válido por dos años. La renovación es progresiva, tras una auditoría en que se verifica si se corrigieron las observaciones hechas al inicio.
Rodríguez comenta que poco a poco hay interés empresarial por lograr ese reconocimiento. El jueves pasado, varias compañías que cuentan con el aval de la Cámara participaron en el Primer Summit y Feria de Trabajo dirigido a este grupo. De 1 789 postulantes que se inscribieron de distintas provincias, 689 asistieron al evento.
Revisión de procesos
Los expertos recomiendan a las compañías constituir un comité que, con el acompañamiento de un experto en la materia, identifique si entre sus procesos de selección y reclutamiento hay algún tipo de discriminación visible o invisible. A menudo, a las personas Lgbti+ se les encasilla en ciertas ocupaciones.
Alianzas
Los empleadores pueden crear alianzas con gobiernos locales, organizaciones de trabajadores y las comunidades Lgbti+ para lograr la inclusión de este grupo. La idea es luchar juntos contra el estigma y la discriminación relacionados con la identidad de género y la identidad sexual.
Políticas inclusivas
Es primordial garantizar un ambiente de trabajo seguro. La empresa conocerá las necesidades en materia de diversidad y definirá una postura. Es clave tener un documento donde se establezca que la discriminación no será tolerada por la organización. Esta política debe ser de fácil acceso a los empleados.
Capacitaciones
Hoy las organizaciones deben capacitarse para garantizar un entorno de trabajo inclusivo donde los colaboradores no sean discriminados por su orientación sexual. Los talleres informativos deben empezar en las áreas de recursos humanos, presidenciales y gerenciales antes de llegar al personal.
Campañas
Tengan o no en sus filas personal Lgbti+, las empresas deben emprender campañas de promoción y especialmente de sensibilización, así como promover el diálogo social y la negociación colectiva, también facilitar el aprendizaje y el intercambio de buenas prácticas entre todos los miembros.
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