Por el mal uso de la línea de emergencia 9-1-1, el ECU ha coordinado con las empresas correspondientes para cancelar 11 433 líneas telefónicas recibidas durante marzo del 2020, por el mal uso que se hace de este servicio para reportar emergencias. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
En las últimas semanas, durante la crisis sanitaria provocada por el nuevo coronavirus, los operadores que trabajan en el ECU-911 han atendido vía telefónica pedidos de pizza, hamburguesas, papas fritas, víveres. Incluso, hay quienes se han hecho pasar por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Cinco de cada 10 llamadas que se reciben en el ECU-911 no cumplen con el propósito para el que fue creado este sistema, que es reportar una emergencia, informó Juan Zapata, director general de este organismo.
Entre el 12 de marzo y el 7 abril pasado se recibieron 271 165 llamadas que no corresponden a la actividad que presta el ECU-911. Esto representa el 47% de todas las comunicaciones atendidas en este periodo. “Esto no es una línea de información, es una línea de emergencia”, advirtió Zapata.
Por esto, la entidad ha coordinado con las empresas correspondientes para cancelar 11 433 líneas telefónicas recibidas durante marzo del 2020, por el mal uso que se hace de este servicio para reportar emergencias.
Sin embargo, debido a que el mal uso persiste, Zapata mencionó que ha solicitado al Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Nacional la autorización para aplicar sanciones más estrictas debido a que el país se encuentra en una emergencia sanitaria.
El propósito, según el Director general del ECU-911, será en lugar de suspender la línea, aplicar las mismas multas que se emiten por no cumplir el toque de queda. Es decir, la primera vez se sancionará con USD 100, la segunda con USD 400 y la tercera vez se detendrá al infractor. El argumento legal será el desacato de una orden de una autoridad competente, que es el COE Nacional.
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