La ministra de Salud Pública de Ecuador, Margarita Guevara, animó a la región panamericana a implantar un etiquetado alimentario que alerte del consumo de grasa, azúcar y sal. Foto: Pavel Calahorrano / EL COMERCIO
La ministra de Salud Pública de Ecuador, Margarita Guevara, animó el miércoles 28 de septiembre del 2016 a la región panamericana a implantar un etiquetado alimentario que alerte del consumo de grasa, azúcar y sal como el de su país pese a la presión de la industria.
“Ha sido una lucha permanente, pero ahora, cuando la industria quiere bajarnos del etiquetado, hay un movimiento regional con el apoyo técnico de la OPS, con la sociedad civil, que está pendiente en no dar un paso atrás ante los derechos y las conquistas ganadas”, dijo a Efe la ministra tras su conferencia en la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en Washington.
Ecuador puso en marcha en 2012 e implantó en 2014 un sistema de etiquetado de alimentos por el que todos los productos empaquetados deben incorporar un semáforo en el que se indique si su contenido en azúcar, grasa y sal es alto (rojo), medio (amarillo) o bajo (verde).
Este sistema, con el que los ecuatorianos ya están familiarizados, topó con la resistencia de la industria alimentaria, que argumentó que les causaría pérdidas, que provocaría la destrucción de empleos y que, además, no era claro, según pudo verse en los resúmenes de noticias televisivas proyectados hoy por Ecuador en la OPS.
“Entre 2012 y 2014 hubo todo un proceso de diálogos, de tratados, de acuerdos, de lobbies (grupos de presión), de conquistas y desafíos, y también a veces de sentirnos impotentes ante la industria, que no quería aceptar el cambio en la composición de sus productos o lo que conlleva el empaquetado”, relató Guevara.
“Los desafíos son permanentes, el trabajo es continuo, tenemos que seguir avanzando”, agregó.
A finales de 2015, Ecuador obtuvo “los primeros resultados cualitativos” que mostraban un cambio en la percepción de los ciudadanos sobre los alimentos procesados y una tendencia a elegir los productos “con color amarillo y sobre todo verde en el semáforo”.
“Eso ha llevado a que la empresa de producción de alimentos también tome sus medidas y disminuya los niveles de sal y de grasa. Quisieron achantarnos como que disminuiría la venta de sus productos, pero no fue así, no pueden mostrarnos que eso ocurrió”, indicó la Ministra.
La siguiente meta del Gobierno ecuatoriano es incluir en el “semáforo de alimentos” los azúcares añadidos, para que las empresas no puedan anunciar sus bebidas gaseosas azucaradas con los tres elementos en verde.
“Nos quieren sorprender las empresas poniendo los semáforos con todo en verde en las bebidas azucaradas. Nuestra siguiente tarea es poner también los azúcares añadidos en el semáforo porque sabemos que todos los azúcares producen daño en cantidades excesivas”, señaló Guevara.
Chile fue otro de los países que expuso sus experiencias en la mesa redonda sobre etiquetado, un evento paralelo del 55 Consejo Directivo de la OPS que reúne esta semana a los ministros de Salud de la región en Washington.
La ministra de Salud chilena, Carmen Castillo, explicó el “tremendo impacto” de la nueva ley sobre etiquetado aprobada el 27 de junio de este año por la que los alimentos empaquetados en su país tienen una señal de “stop” (pare) negra para alertar de que se trata de un producto “alto en azúcares”, “alto en sodio” o “alto en grasas”.
Otro de los países con medidas de etiquetado en este sentido es Bolivia, cuyo director general de Seguros de Salud, Dante Ergueta, recordó que estas iniciativas responden a la necesidad de frenar una epidemia de obesidad en la región, a la que los niños son especialmente vulnerables.