Iván, hermano mayor de la familia Tipán, motivó a sus parientes a donar órganos

La familia Tipán recuerda a Iván, quien era un defensor de la donación de órganos. Foto: Valeria Heredia / EL COMERCIO

La familia Tipán recuerda a Iván, quien era un defensor de la donación de órganos. Foto: Valeria Heredia / EL COMERCIO

La familia Tipán recuerda a Iván, quien era un defensor de la donación de órganos. Foto: Valeria Heredia / EL COMERCIO

El 8 de abril del 2019, la familia Tipán recibió dos noticias impactantes. Iván, el mayor de los hermanos, fue atropellado por una moto y sufrió una lesión grave en su cerebro (muerte cerebral). No despertará, dijeron los médicos del hospital. Inmediatamente, los profesionales informaron a la familia que el hombre de 46 años era donante.

En el país, todos los ecuatorianos y extranjeros residentes son donantes de órganos, a menos que hubieran manifestado lo contrario, según la Ley de Donación de Órganos, aprobada en el 2011.

Pese a ello, los familiares deben ser debidamente informados a través de un protocolo previo al proceso de extracción de órganos. El acercamiento debe ser cálido, humano y hay que apoyarlos, según el Instituto Nacional de Donación de Órganos y Tejidos (Indot).

Así ocurrió con la familia Tipán, relata Paúl, hermano de Iván. Él recuerda que su hermano siempre decía que hay que ayudar a las personas, sin esperar nada a cambio.

"La donación era parte de su filosofía de vida porque siempre decía que hay que dar una mano a otros y que él estaría dispuesto a dar sus órganos a quien lo requiera. Era su voluntad”.

Luego de la evaluación médica, Iván estuvo en la posibilidad de donar cuatro órganos para otras personas que lo necesitaban. Con ellos -dice Paúl- se salvaron otras vidas, entre ellas, la de una pequeña niña.

Bryan es el hijo de 18 años de Iván. Al enterarse de que su papá estaba apunto de fallecer, el joven sintió mucha nostalgia. “Sabía que no iba a vivir pero respetamos la decisión de mi padre de ayudar a otras personas con sus órganos”.

Ahora, el joven es un convencido de que la donación es una obra altruista, que debería ser más difundida en el país. “No hay que temer y si yo podría darlos no tendría ningún problema. Hoy mi padre es un héroe”.

Una visión similar tiene María Juana Yungan, madre de Iván. Ambos eran muy cercanos. Vivían juntos, comían en las noches y se cuidaban. “Su partida fue muy dolorosa pero sé que está vivo en otras personas”.

María además resalta la generosidad de Iván. En vida, él brindaba un apoyo a sus hermanos, cuñados y amigos. “Les dio trabajo de forma desprendida en su taller de carpintería”.

Aún recuerda aquellos fines de semana, en los que compartían juntos. “Mamá ponga la película”. Se sentaba en el asiento central de la sala y disfrutaban de un tiempo en familia.

Entre enero y junio del 2019 se han realizado 365 trasplantes de órganos y tejidos en el país. La mayoría de ellos son de córneas, con 206 cirugías. Le siguen el renal con 115 y el de progenitores hematopoyéticos, con 25. Los datos nacionales constan en la página web del Indot.

Luego de la ablación, la familia de Iván recibió un diploma y una carta. Esta última fue escrita por una de las beneficiarias de los órganos extraídos al hombre de 41 años.

“Gracias por ayudarme a vivir”, reza en una de las líneas de la carta, que está enmarcada y colgada en una de las paredes de la casa.

Sus parientes siempre la leen y saben que Iván está presente en sus corazones y que además brindó una oportunidad a otras personas para vivir.

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