El sobrepeso y la obesidad también se incrementó, según la Ensanut 2018. Foto referencial: Archivo / EL COMERCIO
Las alertas siguen encendidas en relación a la alimentación del ecuatoriano, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) del 2018, que actualiza datos del 2012. Así, uno de los temas que resalta entre los primeros datos difundidos el fin de semana, es el incremento de la desnutrición crónica (talla baja) en menores de 2 años.
En la Encuesta Demográfica y de Salud Materna e Infantil (Endemain), del 2004, el porcentaje de chicos con ese problema llegó al 21,2%. En el documento actual hay un aumento de seis puntos porcentuales. Algo similar se registra en el caso de sobrepeso y obesidad en niños de 5 a 11 años. El incremento es de cinco puntos desde el 2012. La malnutrición está ligada a la falta de una lactancia en los primeros meses. Mejorar la nutrición es una de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
La salud materna y neonatal, fecundidad, estado nutricional, planificación familiar y educación sexual, desarrollo infantil y factores de riesgo en la adolescencia son temas que se abordaron en el estudio del 2018.
La encuesta se aplicó en 43 311 viviendas, en todo el país. La población objetivo estuvo conformada por mujeres de 10 a 49 años, menores de 5 años, niños de hasta 11 y hombres mayores de 12, según consta en la web del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), encargado de la aplicación y síntesis de los datos.
Los temas de adolescentes y jóvenes también constan en la Ensanut. Uso de métodos anticonceptivos y fecundidad están dentro del compilado de datos. Así, se indica que a partir de los 16 y 18 años, en promedio, hombres y mujeres, respectivamente, empiezan su vida sexual. Mientras que el uso de métodos anticonceptivos alcanza el 53,8% en ellos y 43,7% en ellas.
Este Diario analizó las primeras cifras disponibles con tres especialistas, que coinciden en que hace falta trabajar en educar a la población.
Punto de vista
‘La educación en temas de nutrición es urgente’
Ismael Yacelga
Nutricionista del Hospital Quito Sur, del Seguro Social.
Las políticas pueden estar bien planteadas pero en la ejecución todavía hay fallas. Los planes de salud, encaminados a mejorar la nutrición, deben ser efectivos y para eso es esencial empezar por la educación. El gran objetivo es que el país salga del problema en materia de desnutrición, sobrepeso y obesidad, en el que se encuentra desde hace varios años. Hay que observar lo que pasa con niños menores de 2 años que presentan talla baja, por ejemplo. Esa realidad muestra que una correcta nutrición debe partir desde el vientre de la madre. Las mujeres gestantes necesitan acudir a controles médicos periódicos. Su alimentación debe ser variada, equilibrada y suficiente. La madre y el bebé requieren una dosis de macronutrientes. Es decir, una fuente de calorías, proteínas, carbohidratos y demás. La lactancia exclusiva también es importante en el desarrollo del niño. Es por ello que hay que reforzar una educación nutricional; y apuntar a erradicar el sedentarismo.
‘No hay acciones para prevenir uso de drogas’
Diego Riofrío
Dir. del Sistema de Prevención de Adicciones de M. Quito.
Primero, hay que reconocer que como país no se ha hecho nada para prevenir las adicciones. Segundo, hay que visualizar que la adolescencia es un factor de riesgo para el consumo de sustancias psicoactivas. Otro punto que incide es que no hay datos reales sobre este tema, por lo que se han construido políticas y programas sin una evidencia fuerte. En Quito ya empezamos a investigar esta problemática y creamos el primer Observatorio de Adicciones y un laboratorio de investigación. Estas acciones son a largo plazo. Pero a corto plazo estamos trabajando en la introducción de un modelo de educación preventiva en planteles municipales. La idea es incluir al alcohol y el tabaco en el grupo de drogas psicoactivas. Uno de los pedidos al Gobierno es que se ejecute la normativa y exija a las entidades públicas y privadas que desarrollen programas de prevención de drogas con sus trabajadores y familias.
‘Se necesita hablar más sobre la sexualidad’
Cristina Tapia
Psicóloga y directora del Centro Terapéutico Crecemos.
La baja de la tasa de fecundidad en el país es un reflejo de que hay más información relacionada con la sexualidad. Además, se observa que los programas de prevención son más efectivos y los jóvenes tienen un mayor acceso a la información sobre métodos anticonceptivos, por ejemplo. Los costos también inciden en que los chicos puedan adquirirlos de forma libre. Hablar sobre sexualidad sin tabúes es una de las metas que se deben plantear en las familias. El primer paso es llamar a los órganos reproductores femenino y masculino por sus nombres: pene y vagina. No se recomienda poner apodos o tratar el tema como si fuera prohibido. Padres y madres pueden usar incluso material colgado en Internet para hablar sobre sexualidad y planificación familiar. En las instituciones educativas también se debe reforzar el tema y ofrecer charlas familiares para aprender más sobre educación sexual.