La derivación a clínicas privadas no solucionó la crisis del IESS

En las afueras de Emergencia del Teodoro Maldonado, ayer en la mañana (11 de febrero) afiliados y jubilados esperaban ser atendidos. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO.

Luego de 40 años de funcionamiento, las autoridades del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) reconocieron que el Hospital Teodoro Maldonado Carbo agoniza y requiere de una intervención.
El diagnóstico de Víctor Hugo Villacrés, titular del Consejo Directivo del IESS, fue: ineficiencia administrativa.
Una muestra de esto es que el año pasado apenas se ejecutó 65% de su presupuesto (de USD 190 millones), en medio de continuas críticas por la falta de fármacos y de atención.
Una de las soluciones a esta crisis recurrente del Teodoro Maldonado y que también se evidencia en otras casas de salud, como el Andrade Marín de Quito, fueron los convenios con prestadores externos.
Pero luego de 8 años de ejecución de estos convenios, los altos montos de facturación no se tradujeron en una mejora.
De los USD 675,1 millones que canceló el Seguro Social, en 2014, a clínicas y médicos privados por derivaciones de sus afiliados y jubilados, 359,2 millones fueron de Guayas; casi la mitad
Este último monto no se refleja en las cifras de atención. El hospital registró 800 000 atenciones, (437 000 por consulta externa y 363 000 por emergencia), el año pasado, según la Dirección Provincial del Guayas.
Sin embargo, solo 14 000 de sus pacientes fueron derivados a prestadores externos (55% por consulta externa, 33% por cirugías y 12% por emergencias), como indicó Villacrés.
La Fiscalía investiga la excesiva facturación a estos prestadores, que según el informe de labores de junio del 2014, el Instituto tiene convenios con 623 a escala nacional. El documento señala que entre 2008 y 2014 se pagó USD 2 489 millones por concepto de derivaciones.
Pero ante la crisis que se vive en el interior del Teodoro Maldonado y por la alta demanda de atención, el presidente Rafael Correa sugirió que se derive la mayor cantidad de pacientes a los centros privados y criticó la falta de cupos en estas clínicas. “O tienen cupo o no tienen cupo y acabamos con los convenios. Hay muchas clínicas que viven solo con la plata del IESS. Y por último, si se ponen de acuerdo para que nadie nos dé cupos, yo expropio las clínicas”, dijo el pasado martes, 10 de febrero, en Guayaquil.
Los retrasos en el pago por parte del IESS y la falta de espacio son algunos de los argumentos de los propietarios de clínicas privadas frente al anuncio de una posible nacionalización de estos centros. La Asociación de Clínicas y Hospitales Privados del Ecuador (Achpe) analiza el tema, pero aún no da su pronunciamiento.
Roberto Gilbert es el director de la Clínica Guayaquil, uno de los centros que tiene convenio. A diario atiende entre 10 y 15 afiliados y jubilados. Solo ayer, 23 afiliados y jubilados, entre ellos Carlos Segovia y María A. Gutiérrez, derivados del Teodoro Maldonado, se recuperaban de cirugías cardíacas.
Gilbert es cirujano y es quien dirige estas operaciones de alta complejidad que pueden costar hasta USD 25 000. Antes de entrar a quirófano para operar a otro afiliado, aseguró que la clínica ha llegado a registrar un 99% de ocupación de pacientes del IESS, pese a que la entidad suele retrasar por dos y hasta cuatro meses el pago de facturas.
Para mejorar la relación entre el IESS y las grandes clínicas, Gilbert sugiere contar con veedores y auditores del Instituto dentro de cada prestador.
Para Arsenio Palacios, de la veeduría ciudadana que denunció desde el 2010 las irregularidades en el hospital, con el dinero destinado a las clínicas se pudo construir varias unidades médicas propias.
Villacrés también reconoció que se deben tomar medidas porque en algunos casos la capacidad del IESS está subutilizada. El Teodoro Maldonado tiene 428 camas pero las quejas de pacientes sobre la falta de espacio son recurrentes. Tiene 16 quirófanos, pero cuatro no están funcionando por goteras.
La construcción de nuevas unidades médicas es parte de las soluciones a largo plazo, como explica Roberto Romero, director provincial del IESS en Guayas. En esta administración, afirma, se levantarán dos nuevas unidades médicas en Guayaquil y se concluirá el hospital del norte, en la ciudadela Los Ceibos, con 400 camas.
En marzo del 2012, el exdirector del IESS, Ramiro González, colocó la primera piedra de la obra. El presupuesto planificado fue de USD 280 millones pero los trabajos no se ejecutaron. La semana pasada empezó el movimiento de tierra.
Otras acciones para ‘rescatar’ al Teodoro Maldonado apuntan a mejorar su infraestructura y a solucionar sus problemas hidrosanitarios y del sistema eléctrico. Para esto cuentan con unos USD 50 millones.
Desde el sábado pasado,7 de febrero, funciona el convenio con farmacias privadas para el expendio de medicinas. Según los directivos, los problemas surgieron por fallas en el sistema AS-400. “Los medicamentos comprados en los últimos dos meses del 2014 no estaban registrados en el sistema y los médicos no los encontraban disponibles”, explicaron en un comunicado.
Entre el 16 de enero y el 2 febrero ingresaron 123 ítems de 521 fármacos que usa el hospital. Pero el presidente Correa denunció que “dejan caducar la medicina, eso es criminal”.
