Jennifer Cedeño investiga en la biblioteca del Centro Cultural Afroecuatoriano en Quito. Foto: Vicente Costales/ EL COMERCIO.
Una casa ubicada en el sur de Quito se ha convertido en su segundo hogar. Todos los domingos de 09:00 a 17:00 practica danza, música y teatro junto con sus amigas y familiares.
Katty Espinoza de 24 años nació en Quito pero su familia es de Esmeraldas e Ibarra. Desde hace cinco años asiste a la Casa de Acogida Yemanyá, ubicada en el sector de Chimbacalle.
Este lugar surgió hace seis años con el objetivo de generar un espacio para que las mujeres afro puedan planificar estrategias de lucha contra el racismo, la discriminación, la violencia de género y para capacitarse en actividades productivas.
Para Katty, pertenecer a este grupo tiene un significado especial: difundir y fortalecer sus raíces afro por medio de actividades de expresión corporal como la danza y el teatro.
Actualmente, la Casa ofrece talleres para todo público sobre salud ancestral, violencia de género, artesanías, baile, música, salud y rituales afroecuatorianos. Además, realiza ferias de comida en el patio de la vivienda, para que las personas del barrio se integren y conozcan su cultura.
El Sistema de Indicadores Sociales del Pueblo Afroecuatoriano (Sispae) señala que en Pichincha existen cerca de 41 organizaciones afro.
Para Simón Bauce, director ejecutivo del Centro Cultural Afroecuatoriano, ubicado en el norte de Quito, esta realidad hace 30 años era diferente ya que este tipo de centros estaban invisibilizados en el país.
El objetivo de este tipo de organizaciones es dar voz al pueblo afroecuatoriano en una sociedad en la que todavía existe la discriminación a través de sus costumbres y tradiciones.
Precisamente, el Centro Cultural Afroecuatoriano desde hace 30 años se encarga de fortalecer la identidad y cultura de este pueblo. Asimismo, de la formación de líderes.
Bauce indica que este espacio fundado por misioneros combonianos también se constituye como un centro de documentación. Tiene aproximadamente 6 500 textos, videos y audios con temática afro para la consulta interna. También está habilitando una biblioteca virtual, para que las personas puedan acceder a estos datos desde cualquier lugar.
Tanto los libros como los instrumentos y piezas como lanzas fueron traídas desde diferentes partes del mundo por los misioneros. “Estos elementos ayudan a que las personas afro comprendan su origen”, dice Bauce.
El Censo de Población y Vivienda 2010 realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), señala que en Ecuador la población de afrodescendientes es de 1 042 812, esto significa que representa el 7,2% de los ecuatorianos.
Las redes sociales se han convertido en un instrumento práctico de difusión de su cultura, actividades y tradiciones.
Por ejemplo, el Centro Cultural Afroecuatoriano postea enlaces sobre libros de su biblioteca, así como eventos y noticias relevantes sobre su historia.
Mientras que la Casa de Acogida Yemanyá publica fotos de las actividades que realizan, como las de medicina ancestral y bailoterapia.
Estas asociaciones buscan más espacios en la sociedad. En octubre, la Universidad Central del Ecuador suscribió un convenio de cooperación con la Fundación de Desarrollo Social y Cultural Azúcar, para establecer un programa de vinculación con la comunidad afroecuatoriana.
Dentro de los temas que se trataron se estableció que la Universidad impulsará -con las facultades- planes de capacitación y nivelación para estudiantes afroecuatorianos aspirantes a ingresar al sistema de educación superior.