Nuevos criterios para asignación de cupos en universidades despiertan interés de colegiales

El historial académico, la condición socioeconómica y la ubicación territorial del estudiante serán considerados para otorgar un cupo en los centros de educación superior. Foto: Vicente Costales/ EL COMERCIO.

El historial académico, la condición socioeconómica y la ubicación territorial del estudiante serán considerados para otorgar un cupo en los centros de educación superior. Foto: Vicente Costales/ EL COMERCIO.

El historial académico, la condición socioeconómica y la ubicación territorial del estudiante serán considerados para otorgar un cupo en los centros de educación superior. Foto: Vicente Costales/ EL COMERCIO.

El promedio obtenido por un recién graduado de secundaria en su vida estudiantil ya tendrá peso a la hora de acceder a una universidad o instituto técnico o tecnológico. Y beneficiará a quienes cursan ahora el tercero de bachillerato en Sierra y Amazonía. Eso se estableció en las reformas a la Ley Orgánica de Educación Superior (LOES), aprobadas en mayo del 2018.

Antes de las reformas, la nota de la prueba Ser Bachiller era el único elemento que se tomaba en cuenta para otorgar un cupo. Sin embargo, desde esta promoción (régimen Sierra-Amazonía) se verá el historial académico, la condición socioeconómica y la ubicación territorial del estudiante.

Para alumnos como Cristina Cuesta, de 18 años, y Martina Moreno, de 16, estos cambios son positivos porque representan un incentivo para los chicos y una posibilidad más para acceder a un cupo en el sistema público. Lo comentó tras la jura de la bandera la mañana de este 26 de septiembre del 2018.

Cristina cursa el tercero de bachillerato en el Liceo Policial, ubicado en el norte de Quito. Ella tiene un promedio de 8,90 y piensa seguir Leyes en la Universidad Central. Considera que las calificaciones obtenidas durante estos años de estudio sí le beneficiarán, por lo que se siente incentivada a seguir esa carrera. Adicionalmente, realizó pasantías en una oficina de abogados para conocer más sobre esta profesión, que es la misma de su padre. “Me gusta la dinámica y tendría un trabajo seguro”.

Los estudiantes buscan opciones como preuniversitarios para prepararse para el Ser Bachiller. Martina, pese a que tiene un promedio de 9,10 sobre 10 planea prepararse desde enero para el examen. Lo hará desde esa fecha para tener los conocimientos “frescos”. Ella también se alegra por las nuevas condiciones para acceder a la universidad, porque son una opción más para acceder a las carreras deseadas.

Jóvenes como José Vargas, de 17 años, del mismo colegio, tienen una opinión diferente. Para él, el récord académico puede perjudicar a algunos chicos que tienen calificaciones inferiores a los 8 puntos. En su caso, obtuvo 8,50. Está un poco nervioso pero confía en que sí ingresará a la carrera de sus sueños: Ingeniería Ambiental, tras graduarse de bachiller.

Por ahora las autoridades educativas, entre ellas de la Secretaría de Educación Superior, analizan los porcentajes que se les dará a los nuevos criterios para asignación de cupos.

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