Los aspirantes a la educación superior que no obtuvieron un cupo en la primera etapa podrán intentar en la segunda postulación. Está prevista desde este viernes 20 al domingo 22 de mayo de 2022. EL COMERCIO conversó con dos especialistas que dieron consejos para elegir una carrera en esta nueva fecha establecida por la Secretaría de Educación Superior (Senescyt).
Más allá de la elección de carrera es importante trabajar en el proyecto de vida, señala Soledad Enderica. Ella es psicóloga educativa y directora de admisiones de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), sede Quito. Señala que los chicos deben identificar sus habilidades y destrezas y, en función de eso, no enfocarse en una carrera sino en un área de conocimiento.
Por ejemplo, Enderica señala que si un joven está interesado en Medicina, debe preguntarse por qué. Si la respuesta es que quiere estar inmerso en un ambiente hospitalario sugiere abrir el panorama a otras carreras vinculadas al área de salud como Enfermería, Nutrición o Fisioterapia. “Son carreras que necesita el país para su desarrollo, pero que los chicos no siempre tienen como primera opción”.
También pide que piensen en la investigación. “Hay chicos que durante la carrera se dan cuenta que no les gusta tanto la atención hospitalaria, sino que su interés es por descubrir, crear o investigar”. Para eso están carreras como Biología, Biomedicina, Bioingeniería.
Para los chicos que han intentado varias veces
Enderica señala que los jóvenes deben tomar decisiones. “Si ha venido postulando por varias ocasiones, se deben tomar decisiones, ya que no ha logrado tener un cupo. Cuando el chico piensa que la carrera es la meta y que solo con esa va a poder ser feliz entra el conflicto. La carrera es el medio y no el fin“.
Asimismo, la especialista indica que es importante conocer la nueva oferta académica y no centrarse en las carreras tradicionales. Sugiere, por ejemplo, que se tomen en cuenta temas de empleabilidad, necesidades del futuro, etc. “Con las especializaciones y maestrías pueden seguir formándose de manera interdisciplinaria. No es que con la carrera se acabó todo. Después se puede complementar el perfil profesional“.
La formación técnica y tecnológica también es una buena opción, dice Vanessa Calvas. Ella es psicóloga educativa del Centro de Evaluación e Innovación Educativa de la Universidad UTE. Recuerda que según las últimas reformas a la Ley Orgánica de Educación Superior (LOES) estas carreras están reconocidas como de tercer nivel.
Hay que tomar en cuenta, señala, que se pueden realizar en menos tiempo (dos o tres años). “Esto permite tener un título rápido, trabajar, tener ingresos, ser productivos y aportar en sus familias. Y es una oportunidad para que sigan procesos de especialización y puedan elegir más adelante otra carrera”.
Lo que no se puede pasar por alto
Calvas enfatiza en que se lea adecuadamente la información en el momento de la segunda postulación. Por ejemplo, menciona datos como la jornada, modalidad y sede de la universidad en la que se oferta un cupo. “Si no se lee bien podría haber confusión por pensar que, por ejemplo, postularon para la Universidad Central en Quito y no se fijaron que era en otra ciudad”.
También recomienda que para la elección de carreras se tomen en cuenta los resultados del test de orientación vocacional. Esto, debido a que es una información orientativa sobre cuáles son las habilidades y competencias más desarrolladas en el aspirante, en las que podría tener éxito. “Les dice para qué áreas del conocimiento tienen aptitudes. Habla de sus habilidades personales”.
Una información con la que los aspirantes no contaban años atrás y a la que ahora tienen acceso es el puntaje referencial. La especialista Calvas sostiene que es muy importante tenerlo en cuenta, ya que evidencia con cuántos puntos se accedió a determinada carrera en el último período. Por ejemplo, señala que si un joven tiene 700 y quiere optar por una carrera para la que se requieren 850 debe aceptar que no va a obtener cupo. Por eso, la especialista sugiere no postular por carreras para probar suerte.