Conferencia Episcopal Ecuatoriana pide unidad, solidaridad, transparencia y acción en la emergencia por el covid-19

Dentro de la Iglesia San Francisco de Quito, en el Centro Histórico, la ceremonia de Viernes Santo, con la participación de los frailes del convento de la zona patrimonial de la capital, empezó a las 12:00 de este 10 de abril del 2020. Captura

Dentro de la Iglesia San Francisco de Quito, en el Centro Histórico, la ceremonia de Viernes Santo, con la participación de los frailes del convento de la zona patrimonial de la capital, empezó a las 12:00 de este 10 de abril del 2020. Captura

Dentro de la Iglesia San Francisco de Quito, en el Centro Histórico, la ceremonia de Viernes Santo, con la participación de los frailes del convento de la zona patrimonial de la capital, empezó a las 12:00 de este 10 de abril del 2020. Captura

A través de un comunicado emitido este viernes 10 de abril del 2020, la Conferencia Episcopal Ecuatoriana se pronunció sobre la situación que atraviesa el país generada por la pandemia del covid-19.

“En este Viernes Santo, hacemos nuestro el dolor de nuestro pueblo que sufre una verdadera pasión, ante la grave crisis de salud que enfrentamos todos y que nos llevará sin duda a una grave crisis económica y social”.

Esta pasión de nuestro pueblo no nos puede dejar indiferentes, nos obliga a actuar a todos para encontrar las respuestas más adecuadas, que hoy son más urgentes que nunca; sobre todo, hay hoy una urgencia sanitaria, que ha desbordado todo lo previsto, agrega.

El comunicado señala: Nos duele como Iglesia ver las lágrimas y el sufrimiento de tantos hermanos ante la impotencia de que sus familiares puedan recibir un tratamiento adecuado de salud.

“Nos duele como Iglesia ver que el personal médico y sanitario, así como los miembros de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional, no cuentan con los insumos suficientes para afrontar la emergencia. Nos duele como Iglesia ver que no se pueda dar una sepultura digna a aquellos que han caído vencidos por el covid-19, sobre todo en Guayaquil”.

“Nos duele como Iglesia ver la desesperación de todos aquellos que no pueden llevar un pan a la mesa de su familia porque no tienen cómo trabajar hoy. Por todo esto, hoy: Es el momento de dejar a un lado todas las diferencias económicas, sociales, políticas y religiosas, como también todos los intereses personales”.

“Es el momento de la unidad en una acción emergente que nos lleve a superar esta dura realidad. Es el momento de la solidaridad con los desposeídos o los “descartados” de la sociedad, como nos dice el Papa Francisco”.

También se señala que no es el momento de hablar, sino de actuar. “Una acción del más alto nivel de profesionalidad. Necesitamos que exista un liderazgo firme, concreto, efectivo, que nos lleve a encontrar soluciones reales, hoy más que nunca”.

La Conferencia pide transparencia en la información, “que se nos hable con la verdad y que se actúe con honradez. Jesús nos dice que la verdad nos hace libres. El Dios de la Vida nos llama a impulsar acciones concretas y efectivas, como también a la corresponsabilidad para superar esta tragedia, esta “pasión” de este largo Viernes Santo que venimos sufriendo.

El papa Francisco nos invita a abrazar la Cruz, que es “animarse a abrazar todas las contrariedades del tiempo presente, abandonando por un instante nuestro afán de omnipotencia y posesión para darle espacio a la creatividad que sólo el Espíritu es capaz de suscitar. Es animarse a motivar espacios donde todos puedan sentirse convocados y permitir nuevas formas de hospitalidad, de fraternidad y de solidaridad”.

El texto finaliza señalando: Que María, la Madre Dolorosa, que recorrió el camino de la pasión y la muerte de su amado Hijo, siga acompañando a nuestro pueblo que, desde su dolor, busca la esperanza y la salvación.

MÁS SOBRE LA EMERGENCIA SANITARIA

Noticias

Medidas de protección

Mapa de infectados

Glosario

Suplementos digitales