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Comunidad Lgbti en Ecuador aplaude que OMS elimine la transexualidad del listado de enfermedades mentales

Nua Fuentes es codirectora del Proyecto Transgénero. Foto: Archivo / EL COMERCIO

Nua Fuentes es codirectora del Proyecto Transgénero. Foto: Archivo / EL COMERCIO

Nua Fuentes es coordinadora del Proyecto Transgénero. Foto: Archivo / EL COMERCIO

Con satisfacción y como un triunfo, Nua Fuentes recibió la noticia de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) dejó de considerar a la transexualidad como una enfermedad mental. Este lunes 18 de junio recordó que la lucha por la despatologización es ícono en su comunidad.

Fuentes, de 26 años, es una mujer transgénero lesbiana. Ella es coordinadora del Proyecto Transgénero, que desde el 2000, trabaja en el país por mostrar que hay otras identidades y cuerpos.

“Esperamos que se respondan nuestros pedidos de atención integral, más allá de que den pastillas a quienes están enfermos. Requerimos endocrinólogos, para acceder a hormonas, por ejemplo; psicólogos especializados para poder recibir ayuda sin estigmatizaciones”, dijo.

La OMS publicó este lunes, 18 de junio, su nueva clasificación internacional de enfermedades (CIE-11). Es un instrumento para identificar tendencias y estadísticas de salud en todo el mundo, contiene alrededor de 55 000 códigos únicos para traumatismos, enfermedades y causas de muerte.

La nueva CIE, según su página oficial, también contiene nuevos capítulos: uno sobre medicina tradicional, lo cual es significativo, ya que, aunque millones de personas usan la medicina tradicional en todo el mundo, esta nunca había sido clasificada en este sistema, y otro sobre salud sexual. En este se incluyen afecciones que anteriormente estaban clasificadas en otras secciones, por ejemplo, la incongruencia de género se incluía dentro de las afecciones mentales.

“Se veía venir, principalmente porque incluso los niños son prueba irrefutable de que las identidades trans no son una enfermedad, solo requieren comprensión de parte de la sociedad, que los vea sin prejuicios y normas”, Lorena Bonilla, presidenta de la Fundación Amor y Fortaleza.

Esta fundación reúne a padres y madres de familia que apoyan a sus hijos en el proceso de transición, como identidades trans. La vocera citó unos estudios de universidades de Brasil que señalan que hay diferencias entre el cerebro de los transgénero (cuyas identidades de género son diferentes a su sexo biológico) y cisgénero (identidad de género que coincide con el sexo biológico asignado al nacer).

“No se conoce aún la causa por la cual tenemos hijos trans. El consenso es que es una manifestación más de la especie humana”, dice Bonilla. La Fundación Amor y Fortaleza celebra este cambio de la OMS, al dejar de ubicar a la transexualidad como enfermedad mental. Considera que se debe también las luchas que ha tenido la comunidad Lgbti y los niños trans, que son muy monitoreados y “que han puesto sobre la mesa una discusión de los adultos, que creían que era una decisión ser o no trans, cuando ellos nacen así, lo que uno debe hacer como padre y como sociedad es ser responsables y respetar la diversidad”.

Nua Fuentes recordó que el Proyecto Transgénero, con la Casa Trans, desde el 2000, ha trabajado para poner en el imaginario social que las identidades trans existen y que merecen respeto. Espera que en el país, el Ministerio de Salud responda a sus pedidos para que la salud de esta población sea vista de forma más integral.