Comunidad científica rechaza intervención de quienes promocionan uso del dióxido de cloro para 'curar' covid-19, en la Asamblea

Imagen referencial. Un especialista realizó pruebas de sangre donada durante la nueva pandemia de coronavirus covid-19. Foto: AFP

En Ecuador sigue la polémica por el consumo del dióxido de cloro o “suplemento mineral milagroso”. Esta sustancia química tiene un color amarillento y se lo usa comúnmente como blanqueador o para descontaminar superficies industriales, como pisos de fábricas. Sin embargo, hay quienes defienden su utilización y lo han suministrado a pacientes con covid-19.
Estas personas fueron recibidas este miércoles 8 de julio del 2020 por los legisladores de la Comisión de Fiscalización y Control Político, presidida por Johanna Cedeño, asambleísta por Santo Domingo de los Tsáchilas. En ese espacio presentaron a este producto como un tratamiento alternativo para combatir a la nueva cepa de coronavirus, pese a que no existe evidencia científica que lo avale. Además, mostraron testimonios de quienes supuestamente se han curado con esta sustancia.
“Este no es un fármaco, ya que no ha sido probado ni tiene estudios formales”, explica Mónica Tarapués, presidenta de la Sociedad Ecuatoriana de Medicamentos y Seguridad del Paciente (SEMS).
Para el consumo humano -explica- todo medicamento debe pasar por varias fases de investigación: del laboratorio a las pruebas en animales y de ahí se prueba en humanos. Así se disminuyen los riesgos y los efectos secundarios. Si se parte de esa afirmación, el dióxido de cloro no ha sido probado de esa manera por lo que podría generar alteraciones en el organismo. Por ejemplo: destruir los glóbulos rojos o afectar la oxigenación de la sangre.
“La experimentación es fundamental para conocer cómo funciona en el organismo, los riesgos y beneficios”, indicó Tarapués, quien es docente de las universidades Central y San Francisco.
Hugo Romo, integrante de la Academia Ecuatoriana de Medicina, coincide en que no se puede suministrar productos sin un aval científico, ya que la vida de la persona puede correr un gran riesgo. Se conoce que puede generar problemas pulmonares, lesiones esofágicas y trastornos generales. “Quienes lo recetan no tienen la prolijidad para indicar a los pacientes sobre el posible impacto, por lo que estamos en contra de que se experimente con la ciudadanía”.
Para Romo, es “inconcebible” que el Legislativo se haya prestado a “esta campaña que confunde a la población”. ¿El motivo? La ciudadanía puede presumir que es algo autorizado por las autoridades sanitarias. “Las agencias internacionales de Europa o Estados Unidos aún no han autorizado su uso, porque no hay evidencia comprobada”.
A Romo le llama la atención que se hagan afirmaciones como que las personas en Guayaquil -la más afectada por el virus- se curaron con este producto o se previno su aparecimiento. “Solo se basan en algunos testimonios que dan cuenta de que hubo un efecto positivo”.
Sin embargo, él recuerda que el virus se desarrolla de forma paulatina en el cuerpo y luego desaparece. Si alguien tuvo síntomas leves, el cuerpo se encarga de enfrentar al microorganismo; luego de varios días este cumple un ciclo y desaparece, por lo que las personas que tomaron este brebaje pueden asociarlo con una mejora. “Hay una gran confusión, ya que la gente piensa que se ha curado y no saben que es el ciclo normal del virus”.
Una visión similar tiene Víctor Álvarez, presidente del Colegio Médico de Pichincha. El gremio ha unido su voz a la comunidad científica en rechazo del uso de este tipo de productos. Y destaca el trabajo de las autoridades sanitarias, quienes no han avalado este insumo. La Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria es la entidad encargada de autorizar tal o cual fórmula y de vigilar las reacciones adversas de fármacos autorizados en el país.
En la Asamblea también hubo reacciones frente a este tema. Ángel Sinmaleza, legislador por Bolívar e integrante de la Comisión de Salud, explica que ellos han recibido a decenas de expertos que han hablado sobre los efectos contrarios de este y otros productos; así como los beneficios. “Hemos tenido que equiparar, ya que somos una mesa que está abierta a recibir aportes de los diferentes actores. Lo mismo hacen el resto de comisiones, pero deberían redirigirse a nosotros, ya que estamos especializados en temas médicos”.
La Comisión de Educación, presidida por el legislador por Santa Elena Jimmy Candell, anunció que recibirá a miembros de la comunidad científica para que expliquen los efectos adversos de este brebaje. Estarán presentes la doctora Tarapués y Enrique Terán, de la Academia de la Ciencia. Aún no se conoce fecha y hora del llamado.