Las instalaciones de la Universidad de Guayaquil. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO
Las clases en la Universidad de Guayaquil arrancarán este lunes 22 de octubre de 2018, una semana después de lo programado y en medio de un proceso de intervención. Y fue justamente la Comisión de Intervención y Fortalecimiento Institucional (CIFI) la que encargó a los docentes más antiguos de cada facultad la coordinación del inicio del nuevo ciclo.
La comisión fue posesionada el pasado jueves por el Consejo de Educación Superior (CES). Ese organismo dispuso el acompañamiento ante los hechos violentos que se originaron a inicios de octubre, debido a la pugna por el rectorado. También ordenó la suspensión de las funciones de decanos y autoridades académicas.
En un documento firmado por el gerente administrativo de la universidad, Elías Ortiz, se solicita a Germán Narváez, actual vicerrector de Formación Académica y Profesional, la delegación momentánea del profesor más años en cada una de las 17 facultades para que dirija los procesos académicos y administrativos.
Ellos coordinarán la matriculación ordinaria y extraordinaria, deberán mantener el control y la disciplina e informar si surgen irregularidades que “boicoteen procesos o pretendan causar caos en el recinto universitario”.
El comunicado puntualiza además que las clases deberán ser impartidas por docentes a tiempo completo y parcial. “Los profesores con modalidades de contrato, facturas y honorarios serán requeridos y planificados solamente a falta de los profesores titulares o por necesidad institucional debidamente comprobada”.
La U. de Guayaquil registra cerca de 60 000 estudiantes. La mayoría se matriculó a través de un portal en línea.
Sin embargo, Kevin Rojas, vicepresidente de la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador (FEUE), explica que los más de 15 días perdidos debido a los desmanes y la falta de definición en el rectorado causaron problemas a los alumnos que solicitan terceras matrículas, que requieren ayudas económicas y a quienes piden recalificaciones de exámenes del semestre pasado.
“No había una persona que firme estos documentos y esos procesos quedaron estancados. Hay chicos que no se han podido matricular aunque el sistema estaba disponible”. Las asociaciones y gremios de estudiantes darán asesoría en estos casos.
La Comisión Interventora para la Universidad de Guayaquil cuenta con 90 días de plazo, que son prorrogables. Entre sus funciones está organizar la convocatoria a elecciones de autoridades, pero su plan también incluirá cambios académicos y administrativos.
Roberto Passailaigue, presidente de la CIFI, recorrerá este lunes las facultades desde las 09:00.