Los sonidos del berimbau, pandeiro y atabaque marcan el ritmo de los saltos, patadas y acrobacias en uno de los salones del Mundo Juvenil, ubicado en el parque La Carolina, en el norte de Quito. Aquí, decenas de niños, jóvenes y adultos del grupo Candeias practican capoeira varios días a la semana. Ellos han hecho de la danza-combate su filosofía de vida.
Todos los miércoles, a las 17:20, se inicia la clase de los niños de 8 de 12 años. Con uniformes blancos y sin zapatos, siguen las instrucciones del profesor y se divierten dando patadas al aire frente a un gran espejo.
Son las 18:30, llega el turno de los más grandes. Alejandro Caminer, instructor de capoeira por 11 años, anuncia a los hombres y mujeres que han llegado hasta el lugar, que la clase está por empezar.
Todos descalzos se reúnen en una ‘roda’, cómo se conoce al círculo que forman los capoeirista, y empiezan su entrenamiento. La clase inicia con un leve estiramiento, luego viene el calentamiento, ejercicios de flexibilidad y el trabajo técnico. Todos tienen como objetivo divertirse e interactuar con sus compañeros.
Los beneficios que otorga la práctica de este deporte, que nació como una manifestación cultural afrobrasileña en el siglo XVI, son múltiples: físicos, psicológicos y sociales, según explican los practicantes de esta disciplina.
“En la parte física, se gana flexibilidad corporal, fuerza muscular, coordinación, resistencia aeróbica y anaeróbica, además se quema muchísimas calorías”, aclara Caminer.
Según el instructor, los beneficios psicológicos y sociales que da la practica de este deporte son igual de relevantes que los físicos. La capoeira permite el auto-reconocimiento del cuerpo y esto otorga la aceptación de las limitaciones y fortaleza, así como ganar seguridad, confianza y autoestima.
Asimismo, Caminer señala que la interacción, la comunicación y las habilidades interpersonales se desarrollan con la practica de la capoeira, “se practica en grupos, en comunidad, jamás en solitario, por eso es un arte social“.
En todo en mundo se ha generalizado la practica de la capoeira, esta presente en casi todos los países del planeta. En Ecuador también hay varias academias que hacen del ritmo, la danza, las artes marciales y la acrobacia una herramienta de expresión y comunicación.
En Quito, entre los grupos que practican capoeira, los más reconocidas son: Candeias, Rumizumbi, la Asociación Humboldt, entre otros, cada uno con su propia filosofía. Unos se enfocan en el combate, otros en la danza. Para los capoeiristas del Mundo Juvenil es un juego.
Después de una hora de práctica, la clase de Candeias termina entre cantos, aplausos y mucha alegría.