Unas 28 aves rapaces fueron liberadas en el 2016 en Imbabura

Washington benalcázar /El comercio La retorno de los pájaros a la naturaleza se inició a las 11:30 en las lagunas de Mojanda, cantón Otavalo.

Washington benalcázar /El comercio La retorno de los pájaros a la naturaleza se inició a las 11:30 en las lagunas de Mojanda, cantón Otavalo.

El día estuvo nublado. Eso complicó que las aves levanten vuelo. Foto: Washington Benalcázar / EL COMERCIO

La mañana del 6 de diciembre del 2016, unas 18 aves rapaces volvieron a volar libres por el cielo de la provincia de Imbabura, situada en el norte de Ecuador.

Tras recuperar la salud, los ejemplares, que habrían sido víctimas de maltrato humano, fueron liberados por técnicos del Ministerio del Ambiente (MAE) y del Parque Cóndor. Se trata de siete águilas pechinegras (Geranoaetus melanoleucus), una águila pescadora (Pandion haliaetus), cuatro gavilanes (Parabuteo unicintus), dos lechuzas (Tyto alba), un búho moteado (Strix occidental), dos búhos terrestres (Athene cubnicularias), un cernícalo americano (Falco sparverius) y un elanio perla (Gampsonyx swainsonii).

Según Julio Morán, coordinador de la zona 1 del MAE, la devolución de las aves a la naturaleza obedece a la norma ambiental cuyo objetivo es reintroducir las especies a su hábitat. De esta manera se asegura que no desaparezcan.

Tras una evaluación, los especialistas libertaron a siete águilas pechinegras y dos lechuzas en las inmediaciones de las lagunas de Mojanda, cantón Otavalo. Igualmente soltaron a cuatro búhos en la laguna de Yahuarcocha, en Ibarra. Y, a cinco gavilanes en el Valle del Chota.

Diego Semanate, técnico del Parque Cóndor, situado en Otavalo, explicó que se escogieron los sitios de acuerdo a las características de las aves. Las águilas, que no están acostumbradas a la presencia del hombre, abandonaron las jaulas en Mojanda, debido a que pertenecen a sitios como este. Es decir, habitan en zonas despobladas en donde pueden cazar conejos y ratas para alimentarse.

Las hembras, que son más grandes que los machos, pesan alrededor de 2 kilos. Los machos 1,5 kilos. Los ejemplares se mostraban hoy nerviosos. Tras abandonar las jaulas caminaron sobre los pajonales.

El día estuvo nublado. Eso complicó que levanten vuelo. Según Semanate, al ser aves pesadas requieren de corrientes de aire caliente para elevarse. Cuando logran despegar del suelo pueden sobrepasar los 3 000 metros de altura y hasta 400 kilómetros diarios de distancia.

Las 18 aves se recuperaron en la clínica veterinaria de centro de rescate Parque Cóndor. Ahí habrían llegado con heridas de disparos y huellas de haber sido maltratadas en cautiverio.

Esta es la segunda liberación de aves que realiza el MAE y el Parque Cóndor, en la Provincia de los Lagos.

La primera fue en julio, cuando se libertaron a 10 aves (cuatro águilas pechinegras y seis cernícolas americanos).

Según cifras del Parque Cóndor, en los últimos 11 años han liberado a más de 100 aves rehabilitadas.

La mayoría han sido rescatadas o retenidas por técnicos de la Dirección Provincial del Ambiente y la Policía de Medio Ambiente.

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