Miles de damnificados llegaron a la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) Las Gaviotas, en Manta, para recibir una ración alimenticia. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
A casi una semana del terremoto que azotó a las provincias de Manabí, Esmeraldas y demás localidades del país, la ayuda empieza a llegar en todos los sentidos. No se reduce únicamente a la entrega de kits alimenticios también se brindará un apoyo psicológico a las familias que lo perdieron todo.
El movimiento telúrico del pasado sábado 16 de abril del 2016 alteró la vida de miles de familias, especialmente de la Costa ecuatoriana.
Esa tarea estará a cargo de Aldeas Infantiles SOS, quien ideó un programa de apoyo post-traumático a las familias que vivieron el movimiento telúrico. Además se activarán espacios para que los integrantes de las familias se relajen y empiecen a curarse.
Gontran Pelisser, director nacional SOS Ecuador, explicó que uno de los objetivos es trabajar con los niños que están en situación de vulnerabilidad. “Unos equipos técnicos ya fueron a recorrer el territorio. Acudieron para ver la situación de los jóvenes y niños y articular esfuerzos con las autoridades”, sostuvo. Otra de las metas es que las brigadas de expertos de Aldeas van a realizar reparación mental de la población. “Debe existir mucho traumas, por lo que se debe iniciar una reconstrucción de las personas”, indicó.
Aclaró que los voluntarios especializados no acudieron con anterioridad porque se siguen varios procesos. El primero, sin duda, es rescatar a los sobrevivientes de este siniestro. Luego, se entra a cubrir las necesidades psicológicas. “Trabajarán varias áreas como educación, salud mental y demás”.
Esta etapa que viene es muy dura, porque se dan cuenta que no tienen trabajo; perdieron sus viviendas; no tienen dónde dejar a sus hijos. En definitiva, se dan cuenta que lo perdieron todo y ese impacto es fuerte. “Hay que trabajar para reconstruir sus vidas”, aseguró.
Los equipos técnicos variarán constantemente para poder brindar una mejor atención a las familias. Las brigadas se conforman con seis técnicos y buscarán llegar a unas 200 familias por sector. “Todos trabajarán en sectores como Muisne, Pedernales, Chamanga y demás. Esas son nuestras posibilidades”, dijo el Director Nacional.
Los traumas son fuertes y se necesitan acompañamiento desde el punto de vista emocional, ya que hay familias fracturadas. Su vida cambió porque todo lo que conocían se cayó: los niños no tienen escuela, manifestó el encargado.
Precisamente, Pelisser explicó que se establecerán espacios educativos para los niños. Estos deben ser seguros porque hay que garantizar la seguridad de los menores de edad, dijo. “Hay que hacer un llamado para evitar casos de abusos, trata de niños y demás casos que podrían surgir en estas circunstancias”.
Aldeas Infantiles también recauda fondos
Pa’ lante es el nombre de la campaña de recolección de fondos para los damnificados de la Costa ecuatoriana. La organización habilitó una cuenta de ahorros del Banco del Pichincha (3128400700) para un aporte económico.
Además se puede recolectar donaciones como ropa, productos alimenticios, vituallas en los puntos de Aldeas Infantiles. Uno está en la calle Veracruz y América, en el norte de Quito. Otra está en el sector de la Biloxi, en el sur de la urbe. Se suman las edificaciones de Guayaquil, Ibarra y Portoviejo.
El objetivo es ayudar a las personas que vivieron estos duros momentos. Si desea más información puede comunicarse al número 1800 ALDEAS.