En la reforma del Código Civil se propuso cambiar la palabra adulterio por infidelidad. Foto: Archivo.
Marcela y Juan llevaban 12 años de casados, pero en el último ella comenzó a percibir algo diferente en él. Ya no era tan cariñoso y se comportaba de forma extraña. Un día, mientras Juan se bañaba, ella tomó su celular para despejar sus dudas y encontró varios mensajes de un número desconocido.
Al abrirlos, el contenido le dio a entender que su esposo tenía una relación amorosa con otra mujer. Cuando buscó el primer mensaje constató que la relación ya tenía más de diez meses.
A raíz de este incidente, su matrimonio terminó, aunque ella no pudo probar nunca el adulterio por parte de él, de forma legal. Se divorciaron por mutuo acuerdo.
Una de las reformas del Código Civil que se discutió en la Asamblea el 21 de abril del 2015 precisamente trató el tema. Se propuso el cambio en el artículo. 109 de “adulterio de uno de los conyugues” por la palabra infidelidad, como una de las causas de divorcio. Pero el Legislativo decidió no hacer una reforma a este artículo.
El asambleísta Mauro Andino explicó en el pleno que el término infidelidad resultaba demasiado amplio. “Se decía en broma y en serio que a lo mejor ser infiel es hablar por teléfono a la que sabemos o al que sabemos diciéndole que le ama o que le quiere. O a través de WhatsApp, internet u otro mecanismo”.
Para el abogado Cristian Calderón, la decisión de mantener el adulterio como una de las causas de divorcio es correcta, ya que el término infidelidad pudo incrementar la cantidad de juzgamientos subjetivos tanto del que juzga como de quien demanda.
Para Carla, a quién también le fueron infiel, la Ley debería ser modificada para probar la existencia de un encuentro sexual. Ella se divorció de su esposo hace dos años, después de encontrar un intercambio de mensajes de texto con otra mujer en el celular de él. No pudo denunciar adulterio ya que no contaba con más pruebas, aunque él le admitió su infidelidad.
Según el abogado, el adulterio no solamente significa encontrar a la pareja en el acto sexual, también se puede comprobar con la existencia de un hijo fuera del matrimonio o con cartas o correos donde se establezcan los encuentros sexuales.