(De izquierda a derecha) María Teresa Guerrero, Mónica Crespo y Cristina Maag contaron sus historias de superación mediante el deporte. Fotos: Archivo EL COMERCIO
Clases de baile urbano, yoga, spinning y de nutrición se dictarán el próximo 9 de abril de 2016 en Yaku Museo del Agua. Las actividades están dirigidas a 400 mujeres de diferentes edades. Para acceder a esa experiencia deben registrarse aquí, en cualquiera de los horarios disponibles. Ese evento forma parte de la campaña denominada Mí mejor yo, impulsada por Nike.
La iniciativa de promover el deporte entre las mujeres empezó en febrero y terminará el 9 de abril con una reunión que celebrará en el centro de la ciudad. Pese al cierre de la campaña, los organizadores esperan que el mensaje de mantener una vida saludable a través del deporte continúe con el paso de los días. El objetivo es que todas las ecuatorianas demuestren que sí pueden. Ese, precisamente, fue el lema que se manejó durante estos meses.
En el lanzamiento de la campaña, representantes de la marca deportiva hicieron un llamado a las mujeres para que dejen de lado los miedos y pretextos y den el primer paso para descubrir la mejor versión de sí mismas. “Buscamos que se vuelvan más fuertes y sepan lo capaces que son de romper límites”, contó Nicolás Castrillón, vocero.
Para motivarlas se realizaron nueve eventos deportivos gratuitos, a los que, según datos proporcionados por la organización, cada uno convocó a 300 personas. Las reuniones, conocidas como NTC Sessions, fueron guiados por Mónica Crespo y Estefanía Peralta, reconocidas atletas del país. El éxito de la campaña, según Castrillón, se debe a que durante la campaña personas cercanas a la gente fueron las que narraron sus historias de superación. Una de ellas fue María Teresa ‘Flaca’ Guerrero.
En febrero ella contó que: “lo mío es vocación, lo heredé de mis padres. Con apenas 13 años alcancé el récord nacional de salto alto y fui campeona nacional en esa disciplina. El deporte me ha dado alegrías y fortaleza. Gracias al ejercicio he superado problemas personales, como mi divorcio. Practicando ejercicio me reencuentro con mi padre que murió cuando yo era una adolescente. Soy de las que se levanta a las 04:00 por amor al ejercicio. El deporte me ha dado lo mejor que tengo: constancia, seguridad y felicidad. A mis mejores amigas las encontré haciendo deporte. Hace tres años practico triatlón y ahora voy a mi Ironman número 13. El año pasado gané el Ironman de Manta en mi categoría y estoy en el top 10 a nivel mundial”.
Mónica Crespo fue otra de las personas que narró su historia. “Empecé en el deporte por una obligación que con el tiempo se convirtió en pasión y ahora vivo de él. El deporte me ha enseñado a superarme. Ser deportista élite exige más sacrificios y no ha sido fácil, ya que también soy esposa y madre. Sin embargo, he tenido la sabiduría para alcanzar el equilibrio y combinar mis dos facetas. Practicar un deporte no se trata de “tener que hacerlo” para lucir bien, es encontrar lo que te gusta, descubrir esa pasión que te hace joven, arriesgada y activa. Cuando haces algo que amas, el cuerpo cambia, te ves muchísimo mejor y los pretextos desaparecen”.
Por su parte, Cristina Maag, diseñadora de modas, dijo: “practico Insanity y puedo asegurar que el ejercicio me ha ayudado a superar las pruebas más difíciles de mi vida. La muerte de mi hermano y la de mi padre, me marcaron y sumieron en depresión, pero gracias al ejercicio superé el dolor. El deporte me ayudó a sacar lo mejor de mí, que muchas veces se esconde por una pena o miedo. El camino no es fácil, pero hoy tengo la disciplina para saber que si quiero un resultado debo ser constante. Es la misma disciplina que aplico en mi vida y en mis proyectos. Una de las cosas que me ayuda es recordarme a mí misma que todo es mental, que las metas que me propongo las puedo alcanzar”.