Ceremonia Religiosa preparatoria para el sínodo de Obispos a realizarse en El Vaticano. En la imagen, Monseñor Fausto Gabriel Travez Arzobispo de Quito. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO
El ambiente en el interior de algunos templos católicos de la ciudad no varió a comparación de otros días. Pero en Europa, específicamente en El Vaticano, este domingo 5 de octubre inició el Sínodo de la Familia.
Durante quince días, unos 300 prelados, entre cardenales y arzobispos de todos los continentes, debatirán sobre ‘Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización’. Así se lee en el nombre del encuentro.
Este será el primer sínodo de obispos del papa Francisco, que tendrá la responsabilidad de llevar a buen término las conversaciones y reflexiones sobre temas como el modelo de la familia y la propuesta de dar la comunión a los divorciados que se vuelven a casar.
A pesar de la importancia del sínodo, algunos fieles desconocían que se lleva a cabo esta reunión de prelados en Europa.
Todas las bancas de iglesia de La Compañía, templo jesuita estandarte del barroco americano, se llenaron para la misa de las 08:45. Durante la liturgia no se hizo referencia al sínodo, pero sí se abordó el tema de la violencia del grupo terrorista del Estado Islámico (EI), a la par que se pidió paz para oriente y el mundo entero.
Carmen Cevallos, de 65 años, fue una de las fieles que acudió a la misa. La creyente, que acudió el templo en compañía de su esposo, no sabía que los representantes de la Iglesia iniciaron un debate sobre temas que actualmente se presentan en la sociedad.
“La verdad no me enteré. Pero esperemos que tomen la mejor decisión y trabajen por expandir y poner en práctica las enseñanzas de Dios”.
En la iglesia de San Francisco, tampoco se hizo referencia al sínodo, sino que más bien se ejemplificó la conocida parábola del viñedo.
Al sur de la ciudad, en la iglesia de la congregación Josefina de La Magdalena, el Padre Raúl González sí informó a los fieles del sínodo. “Se debatirán las nuevas posturas en torno a la familia. Así que hay que estar atentos”.
Alexander Santamaría, estudiante del Colegio Paulo Sexto, se enteró durante la misa del evento, aunque refirió que no despertó demasiado interés entre sus compañeros.
Después del sínodo extraordinario, el papa ha programado para 2015 un sínodo ordinario, al término del cual la Iglesia católica podría adoptar medidas específicas, fruto de la mediación entre sectores.