Seis parejas de baile danzarán con la voz de Concha Buika. Foto:Cortesía: Forever Tango
Ya lo decía Aníbal Troilo: el tango te espera. Luis Bravo retoma la frase, autoría del insigne bandoneonista del siglo XX, y la sitúa como un acto de sinceramiento de la cultura rioplatense hacia el mundo. Mientras observa cuidadosamente la arquitectura del Teatro Bolívar, en el corazón del Centro Histórico, desentraña los 28 años de recorrido de ‘Forever Tango’, show musical que triunfó más de una vez en las tablas de Broadway, en los escenarios de China y en territorio ecuatoriano.
El espectáculo dancístico volverá mañana, 12 de mayo del 2018, al Teatro Bolívar. La voz de la española Concha Buika y el reconocido cantante argentino Martín de León, acompañados de una orquesta de nueve músicos, marcarán los movimientos hermanados de seis parejas de baile.
Bajo la dirección coreográfica de Bravo, ‘Forever Tango’ ha transmutado como el género que lo protagoniza. “Es una película cinematográfica de tres minutos que nace y muere todas las noches. Vuelve a nacer y muta en cada show”, explica.
Es una obra clásica, que mantiene su género en la forma y en espíritu. Lo que diferencia una versión de otra, dice Bravo, es la interpretación de los artistas que la componen, de los bailarines que ponen en escena sentimientos colectivos “ al compás de una técnica impecable”.
A la estética de la danza se suma la experimentación que ha regido la temática del show durante sus casi tres décadas de vida.
Se demostró, por ejemplo, cuando los artistas puertorriqueños Luis Fonsi y Gilberto Santa Rosa cantaron en el espectáculo, que conquistó el Walter Kerr Theatre de Nueva York, en el 2013.
La decisión de Bravo sorprendió a la crítica, que no encontraba la relación de los intérpretes con la sonoridad del tango. “Es que se olvida que el tango es un género híbrido y extremadamente fecundo. En el tango, como en todo arte,
no existen purismos sino vertientes”, aclara el violonchelista.
Para entenderlo es necesario situarse en el siglo XIX. A la Argentina llegó el tumbao caribeño de los esclavos que llegaban a América. Con los años, se fusionó con la música gitana y la nativa, de ahí que surge el canyengue, una producción popular y anónima: el tango que se vivía en los prostibularios.
“El tango es producto del tiempo en el que se desarrolla. Ahora vive una etapa poblada de discurso social y de diversidad ideológica”, sostiene Bravo. El maestro vio esa misma heterogeneidad, presente en el origen del género, en la música de Concha Buika.
Desde Estados Unidos, la voz de la cantante, a veces desgarrante y llena de capas sonoras, anunció que interpretará vida en melodías como Nostalgia y Siboney, un son cubano que será llevado al ritmo de candombe, como una manera de recordar las celebraciones de la comunidad afroamericana en los barrios porteños.
Confesó sentirse ansiosa por su encuentro con el bandoneón, un instrumento de origen alemán imprescindible en el tango.
Hora
Dos funciones: 16:00 y 19:00.
Lugar
Teatro Bolívar (Pasaje Espejo).
Entrada
Costo entre los USD 40 y USD 80.