Con 20 000 restaurantes y el festival de alimentos más antiguo y más grande de EE.UU., Nueva York otra vez tendió el mantel y encendió las velas para hablar de comida y de vinos y, por supuesto, degustarlos.
Ecuador no se quería perder la velada. Por primera vez, participó como país en el Show de la Comida Gourmet, como se llama la cita anual que reúne a los expositores más renombrados del mundo de alimentos y bebidas. Se inició el día 27 y concluyó ayer.
fakeFCKRemoveEcuador instaló un pabellón completo con cinco empresas, además de una cocina con chefs. Allí, los asistentes y los empresarios del negocio en su mayoría pudieron mimar su paladar con camarones en leche de coco y palmitos marinados en salsa de mango y ají con chifles.
“Ya me quieren echar de aquí pero es que estoy adicto a este cebiche de camarones”, dijo Eduardo O’Keefe, un empresario de alimentos panameños, mientras con la anuencia de los chefs Alejandro Andrade y Juan Franco tomó otra copita de cebiche.
“Yo creía que el cebiche era peruano. Que Ecuador tenga estas delicias es nuevo para mí. Va a ser difícil que me olvide de este manjar”, resumió O’Keefe. Este completó su degustación con Makeba, una piña colada de Zhumir, que se promocionó en una ergonómica y curiosa botella, diseñada en Holanda, fabricada en Chile y embotellada en Ecuador.
Así es ahora el mundo de los negocios de la comida: global pero con un saborcito a local y dispuesto a conquistar el paladar del planeta. El atún, que siempre viene en enlatado al agua o aceite, la empresa Marbelize lo ofertó en frascos de cristal al pesto, con pedacitos de limón o con ají rojo y por qué no con tomate y albahaca.
Frente a los vinos, pizzas y galletas Water Crackers argentinos, Ecuador tuvo lo suyo . “Lo nuestro es la diversificación y el valor agregado. Es un producto hecho a mano que se exporta a Europa y América del Sur”, comentó Julisava Cuka, representante de ventas de Marbelize.
La misma etiqueta de calidad y creatividad funciona para Yanuq Andean Gourmet, otra empresa especializada en crear las variedades de ají más exóticas que se puedan ofrecer al mercado.
Olé es el producto estrella. Sus creadores lograron fusionar la pasión tropical con el picante o, lo que es mejor, el ají con maracuyá y poner al mercado un producto que tiene tres premios a su haber, dos en Estados Unidos y uno en Alemania. El ají de maracuyá fue el que más admiración generó durante el festival.
Café ciento por ciento orgánico y de Galápagos, más bocaditos de atún de la empresa Camps, productos Tesalia y los chocolates del Rancho San Jacinto de Naranjal, con sabor a ají o rellenos con macadamia. Nueva York degustó los exóticos productos que trajo el Ecuador.