Aunque el sarcófago que ayudó a contener la radiación de Chernóbil será desmantelado, las partículas contaminantes no llegarán a la atmósfera, pues en e 2016 se inauguró una estructura de confinamiento que protege la central. Foto: AFP
Luego de que enormes cantidades de material radioactivo como curio, uranio y plutonio se liberaran tras la apertura del núcleo de un reactor en la Central Nuclear de Chernóbil el 26 de abril de 1986, se construyó un sarcófago con el fin de evitar que los contaminantes se sigan propagando. 33 años después, según reportes, la estructura está al borde del colapso.
Según informa el portal Business Insider España, el sarcófago actualmente se tambalea y es por ello que está siendo desmantelado. Esto luego de que especialistas advirtieran sobre un posible derrumbe de la construcción que contiene 200 toneladas de curio radioactivo, 30 toneladas de polvo contaminado y 16 toneladas de uranio y plutonio.
La cubierta, dice Business Insider, “contaba con 400 000 metros cúbicos de hormigón y alrededor de 7 300 toneladas de acero“, pero por la urgencia de construirlo al poco tiempo del accidente nuclear las juntas no fueron selladas correctamente y los techos presentan aberturas por las que se ha filtrado agua.
En una declaración hecha por SSE Chernobyl NPP, la empresa ucraniana encargada de gestionar la central de Chernóbil, se anunció el pasado 2 de agosto que el 29 de julio se firmó un contrato para desmantelar el sarcófago y construir uno nuevo. Según el texto, las probabilidades de que la estructura colapse son muy altas, por lo que se decidió no extender su vida útil hasta más allá de finales del 2023.
Según la empresa, el desmantelamiento del actual sarcófago se realizará “manejando los altos volúmenes de desechos radioactivos y asegurando la seguridad del personal en todo momento”. En una tercera etapa se realizarán los trabajos de destrucción de la estructura.
La empresa reconoce que “la retirada de cada elemento aumentará el riesgo de colapso de los refugios, lo que a su vez provocará la liberación de grandes materiales radioactivos”.
Estos, asegura Business Insider, probablemente no llegarán a la atmósfera pues “durante los últimos nueve años, los trabajadores han estado construyendo un caparazón de 32 000 toneladas alrededor del sarcófago”. Este armazón completo, que se conoce como la Nueva Estructura de Confinamiento Seguro fue trasladado hacia Chernóbil en el año 2016, convirtiéndose en el objeto terrestre más grande jamás movido por los humanos.
Se espera que los esfuerzos de desmantelar el sarcófago y limpiar residuos radioactivos que aún están en el reactor número cuatro dure hasta el año 2065.