Santiago Calatrava aparca polémicas y presenta siete grandes esculturas en Nueva York

Una de las siete esculturas que el arquitecto español Santiago Calatrava inauguró en la avenida Park, una de las más cotizadas de Manhattan. Foto: EFE

Una de las siete esculturas que el arquitecto español Santiago Calatrava inauguró en la avenida Park, una de las más cotizadas de Manhattan. Foto: EFE

Una de las siete esculturas que el arquitecto español Santiago Calatrava inauguró en la avenida Park, una de las más cotizadas de Manhattan. Foto: EFE

El arquitecto español Santiago Calatrava reivindicó este 8 de junio el vínculo entre el arte y la arquitectura en una nueva exposición de siete esculturas monumentales en la avenida Park de Nueva York, mientras siguen las obras de la polémica estación que diseñó en el corazón del World Trade Center.

Las esculturas, realizadas a gran escala a partir de aluminio en los colores rojo, negro y plateado, están relacionadas unas con las otras y aunque son autónomas, según las palabras del propio arquitecto, "reflejan la estética de la estación" de la llamada 'zona cero'.

"Como en muchas de mis obras hay una vertiente de entender la arquitectura como arte", consideró Calatrava, que espera que la gente experimente la nueva estación, ya en su fase final de construcción, como un espacio artístico a la vez que funcional.

Preguntado por los periodistas, Calatrava no se posicionó sobre las críticas por el sobre precio de la obra en la estación diseñada por el arquitecto español, que según The New York Times costará en total cerca de USD 4 000 millones, casi el doble de lo previsto inicialmente.

La nueva estación del World Trade Center, llamada a ser uno de los símbolos de la reconstrucción del Bajo Manhattan tras los atentados del 11 de septiembre del 2001, se vio envuelta casi desde un principio en la polémica.

Calatrava también fue seleccionado para reconstruir la iglesia ortodoxa griega destruida en los atentados. "No creo que a lo largo de mi carrera me haya enfrentado a un proyecto de tanta trascendencia y significado (...). Es un proyecto difícil, que nos ha llevado a todos continuas enormes sorpresas respecto a cuestiones técnicas que no se habían previsto y que es lógico que se tengan que sanear", afirmó.

Así, con estos nuevos trabajos Calatrava se propone redefinir los límites que separan las artes visuales a través de una estética unificada en el continuo interés del artista por explorar la relación entre lo natural y la creatividad.

Las esculturas de gran tamaño -la mayor tiene una longitud de 11,1 metros y una altura de 5,5 metros-, aunque son abstractas, recogen trabajos en los que el artista se interesa por las formas expresivas y las estructuras inspiradas en la naturaleza al estar basadas en "un sentido de la observación respecto al crecimiento".

Calatrava explicó que se interesó por el mundo vegetal por la sorprendente fuerza que las plantas y la naturaleza tienen en Estados Unidos, un país con "árboles fantásticos y otoños extraordinarios", y transporta esta energía natural en el bosque humano y arquitectónico que puede llegar a ser la isla de Manhattan.

Tras exponer sus esculturas en el Museo de Arte Moderno (MoMA) en 1993 y en el Museo Metropolitano (Met) en el 2005, la instalación es la tercera que el ingeniero valenciano realiza en una ciudad que considera que también es en parte mediterránea. "Aunque no tiene plazas y calles y toda esta articulación de las ciudades italianas o españolas, tiene una vitalidad y un sentido de la urbanidad semejante y acoge a la gente y la asimila con una fuerza parecida", señaló Calatrava.

"Nueva York -continuó- tiene la latitud de Roma, por lo que la luz es la misma, y también es una ciudad gótica por su verticalidad. Son dos culturas que se encuentran, una enormemente europea y otra mundial. Trabajar en Nueva York es un honor enorme, trabajar en la 'zona cero' lo es mucho mas", explicó a los periodistas.

El ingeniero, que a lo largo de su carrera se ha visto envuelto en procedimientos judiciales por varios de sus proyectos, rechazó "sentirse maltratado" por su país, con el que considera que tiene un estrecho vínculo por "haber dejado algunos símbolos de la época extraordinaria de democracia, progreso y justicia social", como la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia (1998).

La exposición, que recorre el carril central de la cotizada avenida Park entre la calle 52 y la 55, está comisariada por la galería Malborough, NYC Parks y The Fund for Park Avenue y se podrá ver hasta medianos de noviembre.

Suplementos digitales