San José de Raranga, en Azuay, presentó feria y danzas

La familias se reunieron para observar los actos culturales, la sesión solemne y participaron en la comida comunitaria.

La familias se reunieron para observar los actos culturales, la sesión solemne y participaron en la comida comunitaria.

La familias se reunieron para observar los actos culturales, la sesión solemne y participaron en la comida comunitaria. Foto: Lineida Castillo / EL COMERCIO

Las fiestas cívicas y religiosas se convierten en el espacio para reunir a los habitantes y mostrar la riqueza cultural, gastronómica, artesanal y turística de San José de Raranga.

Esta parroquia del cantón azuayo de Sígsig está ubicada a una hora de Cuenca. Al llegar, sorprenden los esplendorosos paisajes andinos, las profundas quebradas y las imponentes montañas cuyas copas se ocultan entre las nubes.

El pasado sábado 18 de agosto de 2018, sus pobladores se unieron a los actos culturales por los 68 años de parroquialización. En la mañana hubo el desfile cultural con estudiantes del Centro Educativo San José, las 15 comunidades y las siete asociaciones de emprendedores.

Los participantes recorrieron las calles céntricas y en el parque se levantó una tarima para las principales autoridades. Los adultos mayores, niños de la colonia vacacional y miembros de la brigada de seguridad -vistiendo el atuendo típico de indígenas- presentaron sus danzas folclóricas.

Los asistentes se ubicaron frente a la tarima para aplaudir la demostración de las costumbres y tradiciones que mantienen las familias en este territorio como el arado, trasquilado e hilado de la lana de oveja y la preparación de los alimentos en leña.

El personal del Centro de salud de la zona presentó una comparsa para motivar -principalmente en los niños- el aseo bucal y evitar las caries.

Es el mejor pretexto para reunirnos en familia y en comunidad, y celebrar con alegría este aniversario, dijo José Urgilés, presidente de la Junta Parroquial, en medio del aplauso de los presentes.

Alrededor del parque se ubicaron los estands de los emprendimientos. La Asociación Progresista San José, que reúne a ocho socios, presentó vinos y tortas elaboradas a partir de la manzana, y quesos.

La ganadería y los cultivos frutícolas (manzana, frutilla, tomate de árbol, mora y peras) predominan en la zona y las asociaciones aprovechan esa producción para elaborar algunos derivados.

Por ejemplo, los 60 adultos mayores vendieron mermeladas de mora y de tomate de árbol que prepararon tres días antes de la fiesta, para los lugareños y visitantes. “Es nuestro aporte a la comunidad y para nuestros hogares, dijo Mariana Urgilés, de 81 años.

En San José de Raranga cada familia tiene siete vacas en promedio y la mayor parte de la producción de leche que obtienen vende a las asociaciones y a las fábricas de lácteos de la Cuenca y de Sígsig.

Las asociaciones producen quesos y manjares. La Junta Parroquial y el Ministerio de Agricultura y Ganadería apoyan los emprendimientos con talleres de capacitación para los socios y algún equipamiento para las asociaciones.

El objetivo es que mejoren la calidad de los productos e incrementen la producción para que sean competitivos y abran mercados, dijo Urgilés.

Por ejemplo, la Asociación Progresista San José, creada hace más de cinco años, recibió tanques para la fermentación de las manzanas y actualmente la producción semanal de vinos venden en Sígsig.

Durante las fiestas patronales (marzo) y cívicas de esta parroquia duplican la producción y las ventas, dijo el socio Oswaldo Berrezueta. Pero también participan en las ferias que realizan las parroquias vecinas de Sígsig y de Cuenca durante las fiestas.

A las 12:00 empezó la Sesión Solemne en un acto especial al aire libre, en el mismo parque. Allí las autoridades parroquiales condecoraron a Mario Fernández y María Sánchez como los mejores artesanos y emprendedores productivos.

Al final de esta ceremonia hubo una comida comunitaria con las autoridades y todos los presentes. La fiesta de parroquialización culminó pasada las 17:00 con los concursos de juegos tradicionales, como parte del rescate cultural.

Niños y adultos participaron con alegría en la carrera de coches de madera, ensaquillados, trompos y cometas.

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