Treinta y tres fobias insólitas que surgieron en los últimos tiempos

Uso de celular. Foto: EL COMERCIO

Uso de celular. Foto: EL COMERCIO

“Son grandes temores frente a situaciones, que en realidad, no debieran despertar tal ansiedad, pero a la persona afectada le resulta imposible contener la emoción del miedo”, define a las fobias el psiquiatra Daniel Elgueta de Clínica Dávila de Chile.

Antiguas o modernas, esta definición no ha cambiado y quienes padecen una fobia siguen sobre reaccionando sin poder manejar el miedo, la ansiedad y la angustia que se les desata.

“Se dice que las fobias son miedo, pero esa es una forma de hablar de la angustia que está focalizada en ese algo que perturba, según las reacciones se pueden clasificar en simples y complejas”, aclara el psiquiatra.

Agrega, que el peligro de cualquier fobia está en que las personas dejan de realizar actividades y pierden relaciones interpersonales, lo que implicaría, además, no crecer en términos anímicos y un importante deterioro mental.

“También se asocian a cuadros depresivos mayores y de aislamiento social por evasión de la realidad”, sostiene. Para salir de este trastorno, el doctor Elgueta, cuenta que hay tratamientos médicos y conductuales, donde lo que más ayuda es ir exponiéndose en forma paulatina a las situaciones que se temen.

Algo así como ir sintiendo cuotas de temor hasta finalmente realizar un enfrentamiento mayor, a lo que llama desensibilización progresiva sistemática.

Ahora, en los últimos años, han surgido nuevos temores que tienen su causa en las presiones de la vida del siglo 21 y en nuestra relación con el entorno social.

Aunque todavía siguen vigentes las antiguas, esas que quedaron pegadas en el inconsciente colectivo y que se relacionan con el riesgo de supervivencia y el papel adaptativo, como fobias a los ratones, agujas, terremotos, arañas.

“Pienso que las actuales fobias están relacionadas entre sí, por el temor a la exposición social, donde las personas tienden a tener una conducta tímida y asustadiza al creer que van a ser criticados en su desempeño o rol. Y otras, asociadas al rendimiento, el tiempo y la imposibilidad de alcanzar un objetivo”, afirma.

Los nuevos miedos

  • Aedificatorfobia: A las construcciones.
  • Agmenophobia: A que la cola que se elige irá más lento que otra que no se escogió.
  • Agateofobia: A la locura.
  • Alliumfobia: Miedo a sentir olor del ajo.
  • Allodoxafobia: A la opinión o miedo al intercambio de opiniones.
  • Ancraofobia: Al viento, aire o volar.
  • Antefamafobia: A descubrir que la gente habla mal de uno justo en el momento en que se entra a la habitación donde se sostiene la conversación.
  • Anuptafobia: A quedarse solo.
  • Atomosofobia: A las explosiones atómicas.
  • Carbofobia: A los hidratos de carbono.
  • Catagelofobia: A ser ridiculizados.
  • Cenophobia: A las habitaciones vacías.
  • Chlorophobia: Al color verde.
  • Chorofobia: A bailar.
  • Consecotaleophobia: A los palillos de la comida japonesa.
  • Cyberfobia: A los computadores.
  • Deipnofobia: A las conversaciones del partido de comedor o de la cena.
  • Editiovultafobia: A Facebook. O que su vida se vive frente a “amigos” que nunca has visto o quieres conocer.
  • Editofobia: A ser editado o borrado en un post.
  • Eufobia: A las buenas noticias.
  • Elurofobia: A los gatos.
  • Ergofobia: Al trabajo.
  • Ipovlopsychofobia: A que le tomen fotografías.
  • Kainolofobia: A nada nuevo.
  • Klismaphobia: A los enemas.
  • Macrofobia: A las esperas largas.
  • Metathesiofobia: A los cambios.
  • Nomofobia: A estar sin teléfono móvil.
  • Odynofobia: Al dolor.
  • Panofobia: A todo.
  • Politicofobia: A los políticos “anormales”.
  • Rhytifobia: A las arrugas.
  • Spacefobia: Al espacio exterior.

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