En Easy Training también diseñan recorridos personalizados para amigos y familiares. Foto Cortesía
Luego de permanecer dentro de cuatro paredes la mayor parte de la semana, amigos y familiares se organizan para ejercitarse al aire libre, pero ahora sobre dos ruedas y en lugares apartados para reducir el riesgo de contagio por covid-19.
Recorren senderos colmados de vegetación. La mayoría son planos, con contados ascensos y varias pendientes.
A esos espacios, Henry Sisa, gerente de Inspiring Ecuador, los llama carreteras de tercer orden y están seleccionados para que personas de todas las edades y con poca experiencia vivan la aventura. Se apuntan niños a partir de los 10 años.
Sisa cuenta que, tras la pandemia, cada vez son más los ecuatorianos que buscan refugiarse en la naturaleza los fines de semana.
De esa necesidad, precisamente, surgieron las salidas de ‘biking’ guiadas por expertos. Son organizadas por clubes o colectivos con experiencia en actividades al aire libre como ‘trekking’ o ‘camping’.
Inspiring Ecuador organiza salidas semanales con hasta 12 personas. Todas portan su mascarilla, sobre todo, cuando el guía los detiene para explicarles detalles de la flora y fauna del lugar. También mantienen el distanciamiento mientras pedalean.
Aunque cada colectivo tiene una programación establecida hasta fin de año, también realizan salidas personalizadas.
José Ricardo Jijón, también entrenador y guía de ciclismo en Easy Training, cuenta que organizan aventuras hasta con un día de anticipación cuando se trata de escenarios cercanos como el Ilaló,ubicado en el valle de Los Chillos.
Sin embargo, los senderos más cotizados son los que están alrededor de volcanes como el Cotopaxi o Chimborazo. Inspiring Ecuador incluyó rutas cerca del lago San Pablo y de la laguna del Quilotoa.
Las aventuras, por lo general, empiezan a las 07:00 y terminan entre las 17:00 y 18:00. Algunos organizadores incluyen dentro del paquete transporte puerta a puerta y un refrigerio o el almuerzo. Una salida prevista para hoy, en el Cotopaxi, por ejemplo, cuesta USD 48. Ese valor incluye la visita a las Ruinas de Pucará, guía, equipo –bicicleta y casco– y una experiencia gastronómica.
En ese tipo de salidas, los participantes suman hasta tres horas de ejercitación sobre la bicicleta, suficiente para activar los músculos de todo el cuerpo, para oxidar grasas y para despejar la mente.
Hay clubes que prestan las bicis, pero la mayoría sugiere llevarla desde la casa, pues hay personas que evitan probar una nueva por temor a caerse.
En caso de algún contratiempo, los participantes cuentan con la asistencia del guía para reparar la bicicleta; ellos saben de mecánica y siempre viajan con las herramientas claves.
Para sumarse a la aventura es importante llevar abundante hidratación y ropa cómoda.
José Ricardo Jijón sugiere prendas de poliéster, ya que son más frescas y ligeras. También es importante una chompa rompevientos. Sugiere empezar con lo que se tenga a la mano y después ir adquiriendo las prendas esenciales, para mayor confort.