Si sufrió un infarto, tiene hipertensión arterial o diabetes, se siente agotado, le falta el aire o se le hinchan las piernas y el abdomen puede ser que la cantidad de sangre oxigenada que su corazón esta bombeando al resto de sus órganos no sea suficiente.
A esto se lo conoce como insuficiencia cardíaca. “La función de bombear sangre que cumple el corazón disminuye debido a lesiones en las arterias coronarias producidas por enfermedades del corazón”, explica Santiago García, cardiólogo del Centro de Prevención de Enfermedades Cardiovasculares.
Quienes tienen un corazón sano bombean sangre en un volumen igual o superior al 65% de su capacidad. Esto significa que en cada contracción se expulsa el 65% de la sangre que llena el ventrículo izquierdo.
Mientras que la cantidad de sangre que el corazón expulsa de la cámara ventricular izquierda en un paciente con insuficiencia cardíaca puede ser de hasta un 25% en cada latido. Esto le sucedió a Norberto Pablica, de 58 años. Este chef argentino que vive en el país hace 2 años sufrió un infarto hace 1 año. “Salí vivo de milagro”. Pese a ello cuenta que no cambió los hábitos que le llevó a padecer la enfermedad coronaria. “No dejé de fumar, seguí cocinando exquisito y no procuré hacer deportes”. García explica que un episodio como este compromete la estructura del corazón. “Las paredes del corazón se dilatan más de lo normal y pierden fibra muscular”.
En la actualidad Norberto está confinado a una silla de ruedas, cuando se acuesta no puede respirar y caminar le agota en gran manera. Además, vive conectado a un tanque de oxígeno. “No pensé que habría algo peor luego del infarto”, dice mientras toca su sien y lamenta su estado.
Rubén Sylva, presidente de la Sociedad Ecuatoriana de Cardiología Núcleo de Pichincha, aclara que la función del corazón es hacer circular (bombear) la sangre a todo el organismo para proporcionarle oxígeno y nutrientes y eliminar los productos de desecho. Después el corazón bombea la sangre desoxigenada a los pulmones para liberar dióxido de carbono y recoger oxígeno. Enfatiza en que algunos órganos tienen una dependencia crucial del aporte continuo y adecuado de oxígeno.
Por ejemplo, la alteración del flujo sanguíneo puede producir lesiones cerebrales en cuestión de minutos. También se presentan problemas en los pulmones o insuficiencia renal.
Fernando Hidalgo, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Eugenio Espejo, coincide en que un corazón que bombee apenas un 20% de sangre oxigenada en cada latido es insuficiente. Este mal puede sorprender a una persona que no padeció enfermedades coronarias antes. “También se da a causa de infecciones virales mal curadas”, por ejemplo la gripe. Este fue el caso de Rosario Jara de 60 años. La mujer de ojos verdes cuenta que al amarrarse los cordones le faltaba el aire. “Estaba hinchada y me cansaba más rápido de lo normal”. Después de realizarse una radiografía de tórax y ecocardiograma descubrió que su corazón funcionaba al 25% de su capacidad. Hidalgo explica que casos como estos se dan debido a que los virus malcurados provocan daños en las células cardiacas. Esto no se puede prevenir.
Sylva también aclara que la insuficiencia cardíaca se da por el mal de Chagas, en el trópico.
Tome en cuenta
Controle la presión arterial al menos una vez por año. A partir de 140 /90 mm se debe recibir tratamiento pues el corazón sufre desgaste debido al exceso de presión.
Siga el tratamiento para la diabetes.Debido a la disfunción de insulina los vasos sanguíneos se contraen y funcionan mal.
Cuide su alimentación y evite la arteriosclerosis (engrosamiento o endurecimiento de las venas, debido al exceso de grasa). Esto impide el adecuado flujo de la sangre hacia el corazón.
Mantenga una dieta baja en grasas, en azúcar, en sal y en carne.Evite sobre todo el consumo de tabaco y ejercítese.