Llegaron antes de las 11:00 y luego de observar el cambio de Guardia Presidencial, desde la Plaza Grande, entraron al Palacio de Carondelet. 37 chicos de la Fundación Jóvenes contra el Cáncer llegaron al Centro de Quito para pedir al presidente Rafael Correa que se mejoraran las condiciones de los pacientes con cáncer.
Con pañuelos en sus cabezas, los chicos ingresaron junto a Gustavo Dávila, el presidente de la Fundación. Mientras esperaban ser atendidos, se acostaron en uno de los pasillos de la sala presidencial, como gesto de presión.
Mario de la Torre y Pablo Izquierdo, ambos asesores presidenciales, atendieron a Dávila y a los 37 jóvenes, quienes en su mayoría se encuentran en estado delicado de salud.
De hecho, durante la mañana, dos chicos tuvieron que recibir asistencia médica, porque sufrieron una descompensación.
Los chicos dijeron que faltan medicinas oncológicas y ese fue el principal reclamo. También aseguraron que falta apoyo del Ministerio de Salud, para mantener los proyectos que habían emprendido. Un ejemplo que mencionaron fue la línea nacional del 1800-Cáncer, que ellos impulsaron para atender a jóvenes de todas las provincias y que, por falta de presupuesto, fue suspendida.
Entre los problemas que los chicos también expusieron estuvieron una posible falta de recursos para las áreas de Oncología en hospitales del país, la escasez de profesionales en el área y la falta de ayuda económica para los servicios exequiales a familias de pacientes con cáncer que fallecen.
Según Dávila, los asesores recogieron todas los señalamientos de los chicos y prometieron que se gestionaría una reunión con la ministra de salud, Carina Vance.
Ayer a las 16:00 estaba prevista una rueda de prensa, en la que la Ministra iba a dar respuestas concretas al colectivo.