La pandemia obliga a la personas a reinventar su sexualidad. Especialistas recomiendan recordar que se trata de una situación pasajera. Foto: Pixabay
Si bien el nuevo coronavirus es una enfermedad respiratoria y no de trasmisión sexual, hay dudas sobre cómo vivir la sexualidad en tiempos de covid-19. Lo que sí está claro, según los especialistas, es que se debe evitar el sexo ocasional, pues los encuentros presenciales suponen cercanía por lo que hay un alto riesgo de contagio. La clave es el diálogo y ser creativos para dar paso a nuevas prácticas.
La sexualidad, así como otras áreas, se ha visto afectada por la pandemia, tanto por la limitación de las relaciones sexuales como por la ansiedad y estrés que inciden en la libido. Bajo este escenario surgen preguntas con respecto a las prácticas sexuales.
¿Es posible contagiarse de covid-19 durante un encuentro sexual?
José Sánchez, docente de microbiología e infectología de la Universidad UTE, recalca que el SARS-CoV-2, al ser un virus respiratorio, tiende a trasmitirse por las gotículas de saliva que se expulsan al toser o estornudar. Estas van a ingresar por boca, nariz u ojos. Hasta el momento no hay evidencia de que el virus se transmita a través del semen o fluidos vaginales. Tampoco se ha identificado que esté presente en el sudor de las personas. Pero sí hay prácticas sexuales de riesgo: por vía anal y oral. Según estudios las heces podrían ser una fuente de transmisión del virus.
Entonces, ¿es recomendable tener relaciones sexuales durante la pandemia?
Hay varios escenarios. En el caso de no contar con una pareja estable con la que se conviva, es mejor evitar los encuentros sexuales ocasionales y presenciales, puesto que hay personas que pueden estar infectadas con covid-19 pero no presentan síntomas o sus síntomas son leves. Sánchez enfatiza que la mejor alternativa en este tiempo para las personas que viven solas o también en pareja es la masturbación. Además de ser una forma de autoconocimiento, es una práctica segura y una vía de desfogue válida.
Recalca que para cualquier práctica sexual se deben extremar medidas higiénicas como el lavado de manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos antes y después del sexo y tomar duchas.
¿Qué pasa con las parejas que conviven, pero que a diario se exponen por su trabajo u otro motivo?
Si una de las dos personas está expuesta de forma constante a escenarios de alto riesgo de contagio, lo prudente es abstenerse y más bien ser creativos, dando paso a otras formas de vivir la sexualidad.
Si bien los fluidos sexuales aún no representan una vía de contagio, el estar a menos de dos metros de distancia de una persona infectada sí representa un verdadero riesgo.
La falta de relación social y de vivir la sexualidad más plenamente puede generar ansiedad, según los expertos. ¿Qué hacer?
Según la psicóloga y sexóloga Daysi Guzmán, todas las personas sufren cuadros de ansiedad, producidos, por lo general, por un cúmulo de pensamientos negativos sobre el futuro. En el ámbito sexual pueden surgir por miedo a relacionarse o por la falta de un acercamiento.
Una de las recomendaciones de la especialista es recordar que se trata de una situación pasajera y que no durará para siempre. En este tiempo lo ideal es mantener los vínculos sociales con familia, amigos y pareja a través de la tecnología ya sea con llamadas, videos, mensajes…
“Es momento de aprovechar el tiempo para restablecer las relaciones, el vínculo afectivo con la pareja y los demás, y darse cuenta que, no se requiere siempre de la cercanía física para demostrar cariño”, añade.
Los juegos sexuales o el ‘sexting’ también son una forma de experimentar. A este último, Guzmán lo ve como una buena alternativa, siempre y cuando sea con consensos entre las partes y no afecte la integridad ni salud de ninguna persona.
El deseo sexual puede afectarse por la crisis actual, ¿cómo manejar esta situación?
De igual forma, la pandemia puede afectar en el deseo sexual. Fernando Cornejo, director de postgrado de psiquiatría de la Universidad UTE, indica que ante una situación extrema y compleja, los seres humanos priorizan sus necesidades que son, principalmente, la salud, la alimentación y la vivienda. Eso puede provocar que el tener encuentros íntimos pasen a segundo plano. De igual forma, el convivir con hijos las 24 horas puede incidir en los espacios de intimidad de la pareja, por lo que se limita este tipo de prácticas.
En este sentido, el diálogo es clave para el especialista. Con la pareja se deben llegar a consensos sobre qué hacer para sobrellevar la situación y dar paso a otro tipo de prácticas de desfogue como la masturbación, juguetes sexuales, entre otras que permiten fortalecer los vínculos.
Recuerde que es importante mantener los métodos de prevención de enfermedades de trasmisión sexual y se sugiere el uso de anticonceptivos (condones, píldoras y más) si se quieren evitar embarazos no deseados.