Nuevas guías apuntan a mejorar la alimentación en escuelas de EE.UU.

El Gobierno de EE.UU. se prepara para emitir nuevas reglas que exigen que se vendan alimentos más saludables en las escuelas. Foto: Archivo EL COMERCIO

El Gobierno de EE.UU. se prepara para emitir nuevas reglas que exigen que se vendan alimentos más saludables en las escuelas. Foto: Archivo EL COMERCIO

La comida chatarra pronto sería difícil de comprar en escuelas públicas estadounidenses, dado que el Gobierno se prepara para emitir nuevas reglas que exigen que se vendan alimentos más saludables en sus cafeterías, una medida que la mayoría de los padres respalda, según un sondeo publicado hoy.

Con la obesidad infantil en crecimiento, la encuesta halló que la mayoría de las personas coinciden en que las papas fritas, los refrescos y los dulces que los estudiantes compran en las máquinas expendedoras o almacenes de las escuelas, además de los desayunos y el almuerzo, no son nutritivos, y apoyan el estándar nacional para la venta de alimentos en las escuelas.

Los resultados del grupo Kids' Safe and Healthful Foods Project (Proyecto de Alimentos Seguros y Saludables para los Niños) llegan en momentos en que el Gobierno federal se prepara para lanzar un estándar a nivel nacional que podría generar una nueva batalla entre expertos sanitarios y escolares y la industria alimenticia.

Se espera que el Departamento de Agricultura emita sus nuevas guías en junio, según algunos especialistas. Esta normativa podría limitar la cantidad de azúcar, sal y grasa que podrían contener los alimentos que venden las escuelas.

El subsecretario del Departamento de Agricultura, Kevin Concannon, dijo que un paso importante para solucionar la obesidad infantil es ayudar a los niños a convertir "la opción correcta en una opción fácil" mientras están en la escuela. "Esperamos trabajar con los padres, docentes, profesionales de los servicios de alimentación de las escuelas y la industria alimenticia para delinear lineamientos sustentables para que las opciones más saludables estén disponibles para nuestros estudiantes", agregó Concannon.

Muchos estados ya pusieron en marcha sus propias leyes que exigen opciones alimentarias más saludables. Jessica Donze Black, nutricionista que dirige el Kids' Safe and Healthful Foods Project, dijo que los resultados del sondeo muestran un creciente respaldo a la actualización de estándares que surgieron en 1979.

"Lo que ha cambiado en los últimos 30 años es que la epidemia de obesidad infantil ha crecido a más del triple", dijo. "El ambiente escolar también ha cambiado (...) Hoy, hay muchos otros lugares a lo largo del día que compiten con una comida saludable en la escuela", agregó.

Respaldo a la medida

El 80 por ciento de los 1.010 adultos encuestados dijo que respaldaría los estándares nutricionales que limitan las calorías, la grasa y el sodio en este tipo de comidas. El 17 por ciento dijo que se opondría. La mayoría también coincidió en que ahora hay pocas opciones saludables. Los cambios en los alimentos presentes en las escuelas suelen generar controversia.

Los nuevos estándares de más presencia de frutas, vegetales y cereales en las comidas tradicionales anunciados en enero en Estados Unidos generaron que los legisladores bloquearan los límites a las papas fritas y consideraran a la pizza un vegetal porque contiene salsa de tomate.

Los esfuerzos por brindar a los estudiantes alternativas más saludables para ayudar a combatir la obesidad infantil se han enfrentado históricamente con la presión de las compañías de alimentos y bebidas e incluso de las escuelas en sí, que cuentan con las ventas de esos alimentos para obtener dinero extra.

Pero los expertos en salud, pediatras y otros defensores de una alimentación más saludable señalan que eso está cambiando a medida que más empresas y distritos escolares se suman a la iniciativa en momentos en que más de un tercio de los chicos de Estados Unidos tienen sobrepeso u obesidad.

"La mayoría de las personas acepta que las gaseosas, los dulces y otros alimentos poco saludables simplemente no merecen un lugar en la escuela", dijo Margo Wootan, jefa de política nutricional del Centro para la Ciencia por el Interés Público. Wootan indicó que aún hay preocupación por el hecho de que los miembros del Congreso y los lobistas industriales puedan minar la propuesta.

La integrante de la Academia Estadounidense de Pediatría Laura Jana dijo que las reglas son imperativas ahora que los niños consumen más de la mitad de sus calorías diarias en la escuela. La mayoría de los estudiantes están recibiendo la mayor parte de las calorías que consumen en golosinas y refrescos, no en comida, agregó.

Kids' Safe and Healthful Foods Project es un emprendimiento conjunto del grupo sin fines de lucro The Pew Charitable Trusts y la Fundación Robert Wood Johnson, una organización privada que apunta a mejorar la salud de los estadounidenses.

El sondeo incluyó a 1 010 votantes registrados por teléfono a mediados de enero y tiene un margen de error de más/menos 3,1 puntos porcentuales.

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