Realizarse chequeos oftalmológicos anuales permitirá diagnosticar a tiempo el glaucoma. Foto: Pixabay
Cada 12 de marzo se conmemora el Día Mundial del Glaucoma, una fecha establecida por la Asociación Mundial de Glaucoma y la Asociación Mundial de Pacientes de Glaucoma para concienciar en la población sobre la prevención y tratamiento oportuno de esta enfermedad visual.
“El glaucoma es un grupo de afecciones oculares que daña el nervio óptico, cuya salud es vital para tener una buena vista. Este daño a menudo se produce por una presión en el ojo más alta de lo normal”, se lee en la entrada de glaucoma del sitio web de Mayo Clinic.
Hugo Salcedo, cirujano-oftalmólogo y retinólogo del Hospital Metropolitano, agrega que la presión afecta al nervio óptico, conductor de la señal visual hacia el cerebro, lo que podría terminar en ceguera.
Se trata de una enfermedad progresiva y sin cura. Sin embargo, el diagnóstico temprano y el tratamiento son claves para evitar la pérdida de visión.
Del 100% de pacientes de Salcedo, un 30% tiene glaucoma, lo que puede dar una idea de la incidencia de esta enfermedad en Ecuador. Afecta a personas de todas las edades, pero principalmente a mayores de 50 años.
Tipos y causas del glaucoma
Salcedo explica que hay dos tipos de glaucomas: primario y secundario. El glaucoma primario tiene componentes genéticos. Es decir, si es que padres o abuelos sufrieron de esta enfermedad, existe un alto riesgo de que los descendientes la hereden.
En estos casos, el paciente puede presentar uno de estos fallos: produce más líquido del que el sistema de drenaje es capaz de eliminar o el sistema de drenaje es inadecuado. Esto a la larga provocará el aumento de presión en el ojo.
El glaucoma secundario aparece por tres principales causas: traumas oculares, diabetes y mal uso de medicamentos con esteroides.
El especialista indica que cualquier impacto o golpe en los ojos puede devenir en glaucoma, pues podría provocar el desgarramiento del sistema de drenaje del ojo.
El glaucoma por diabetes es ocasionado por una serie de negligencias del paciente o de su tratante. El oftalmólogo explica que una diabetes mal controlada puede resultar en una retinopatía diabética, es decir, una formación de vasos anormales en la retina que pueden obstruir el sistema de drenaje y provocar glaucoma.
“Este tipo de pacientes llegan a la ceguera en poco tiempo, podemos hablar de semanas. Lo triste es que este tipo de glaucoma no debería existir; si el diabético llega a los controles a tiempo, nunca debería llegar a tener este tipo de glaucoma”, expresa.
En el caso del glaucoma provocado por esteroides se da, principalmente, por el uso sin receta de este tipo de medicamentos. “Los más peligrosos son los tópicos, porque actúan a nivel ocular”, asegura el médico. Aclara que estos medicamentos sí se recetan seguido, pero con horario y bajo el control de un especialista.
Prevención y tratamiento
Muchos pacientes, dice Salcedo, llegan a la consulta cuando ya han perdido la visión periférica y se empiezan a chocar con objetos. Para evitar esto, es importante realizarse chequeos oftalmológicos una vez al año.
El tratamiento consiste en recetar colirios hipotensores, o sea que bajan la presión. “El tope es de cuatro medicamentos para controlar el glaucoma. Después tenemos que acudir a procedimientos quirúrgicos para controlar la presión”, explica.
Una de las alternativas es una cirugía láser que busca estimular el sistema de drenaje. La otra es una cirugía en la que se coloca una válvula en el ojo para crear otro sitio de escape de líquido.
“La mayoría de pacientes que fue diagnosticada a tiempo y es controlada bien, vive sin afectaciones visuales. El glaucoma no es una sentencia si se controla”, expresa el oftalmólogo.