Los frutos secos y las leguminosas congeladas son opciones saludables para el ser humano. Foto: Archivo EL COMERCIO.
Solo por prevención. Los expertos en nutrición y producción de alimentos sugieren contar siempre en casa con productos no perecibles como las leguminosas, frutos secos, cereales integrales, y otras opciones más duraderas como los congelados (pulpas de fruta, carne de pollo o pescado) y con un poco de dulce; una opción saludable es la stevia, miel de abeja o panela.
La elección de las fuentes de proteína dependerá de su dieta: carnívora, vegetariana, pescetariana, vegana y más.
La carne de vaca congelada puede durar entre 6 y 12 meses, mientras que los embutidos menos de dos meses. El pescado congelado, en cambio, mantiene sus características hasta seis meses, aproximadamente.
La idea, dice la nutricionista Sara Rivera, es constatar que entre los productos adquiridos estén fuentes de proteína de alto valor nutricional, carbohidratos complejos, grasas saludables, vitaminas y minerales, pues la alimentación será deficiente si alguno de estos macro o micronutrientes llega a faltar en la dieta diaria.
Para cumplir con ese requerimiento en su lista de compras también puede añadir alimentos enlatados. Con eso estará listo para afrontar cualquier emergencia. Estos deben consumirse en pocas cantidades, pero definitivamente son alisados en emergencias.
Rivera recuerda con que la mezcla de leguminosas y cereales se logra una comida nutritiva, ya que en el fréjol, lenteja o garbanzo hay proteína vegetal de alta calidad, similar a la que proviene de animales como la vaca, por ejemplo.
La ventaja de las leguminosas es que duran años, mientras estén dentro de fundas o frascos alejadas de la humedad. Lo mismo sucede con los frutos secos como las nueces y almendras. Lo contrario ocurre con el aguacate o verduras que se dañan con facilidad. Sin embargo, puede recurrir a opciones deshidratadas o aceites, por ejemplo. En el caso de las hortalizas más duraderas están las zanahorias, papas y remolacha; duran en óptimas condiciones hasta un mes. Si opta por frutas prefiera manzanas aún por madurar para que duren más tiempo.
Para evitar desperdicios también se sugiere eliminar de esa lista los embutidos, pues además de durar entre tres y cuatro semanas dentro de la nevera contienen transgénicos y altas cantidades de sodio. Lo mismo sucede con el queso. Evite comprarlos en exceso.
“Los granos se hidratan con agua y están listos para preparar cualquier plato”. Con la lenteja, por ejemplo, puede obtener una hamburguesa o una menestra. Para resaltar el sabor de las diferentes preparaciones se sugiere la compra de condimentos en polvo o deshidratados.
Johanna Córdova, ingeniera en alimentos, recomienda inclinarse por los cereales integrales y panes congelados. Estos se pueden aprovechar en los desayunos luego de sacarlos del horno. En los supermercados hay pan de yuca y arepas congeladas.
Sobre los enlatados, Córdova aclara que son útiles en casos de emergencia ya que “la lata posee un recubrimiento que impide que el aluminio migre a los alimentos. La gente les tiene miedo, pero funcionan bien”.
Evite cereales azucarados ya que en épocas de aislamiento tampoco podrá asistir a centros de acondicionamiento. “Si comemos azúcar y grasas saturadas todo el tiempo podemos engordar todos en casa”, asegura Córdoba.