La leche vegetal nutre, pero la de vaca, pese a los mitos, aún más

La recomendación de las especialistas es la de ingerir hasta dos vasos de leche al día. Y mejor si es semidescremada o descremada.

La recomendación de las especialistas es la de ingerir hasta dos vasos de leche al día. Y mejor si es semidescremada o descremada.

Rica en proteínas de calidad y en calcio. Así es la leche vacuna, un producto que a diario libra una ‘batalla’ contra los mitos que han tratado de minimizar su contenido nutricional. Uno de ellos y el más popular asegura que es difícil de digerirla y que además neutraliza los ácidos del estómago.

La realidad, según la nutricionista Fernanda Sandoval, es que las personas con intolerancia a la lactosa son las únicas que registran problemas con esa leche y sus derivados.
¿La razón? Carecen de la enzima lactasa, responsable de desdoblar ese carbohidrato.

Pero para ellos hay opciones: como la leche deslactosada o leches vegetales de almendras, soya, avena, arroz, coco o chocho.
Cada una, según la dietista Sara Rivera, se ajusta a las necesidades de cada persona. Pero destaca que solo la de soya se asemeja, en cuanto a nutrientes, a la de la vaca.

De acuerdo con los valores aproximados, por cada 100 mililitros hay 3,9 gramos de proteína en la leche de vaca deslactosada; mientras que en la de soya se encuentran 3,1 gramos. Con relación al calcio: hay 135 miligramos en la leche de vaca deslactosada y 120 mg en la de soya.

Aunque las cifras son cercanas -explica Rivera- la leche de vaca es la ideal porque el cuerpo asimila sus nutrientes de mejor manera. De allí su importancia, sobre todo, en las etapas de crecimiento y desarrollo; y en situaciones fisiológicas concretas como el embarazo y la lactancia.

La recomendación de las especialistas es la de ingerir hasta dos vasos de leche al día. Y mejor si es semidescremada o descremada. Así evitará el contenido de grasa, alto en la versión entera, y uno de los motivos por los que el consumidor la evita en su dieta.

Es por este factor, según esta especialista, que los investigadores de la Harvard School of Public Health publicaron un informe en el que se sugiere reducir el consumo de leche de vaca. “Allá (Estados Unidos) la gente es propensa a engordar por sus malos hábitos alimenticios. Por suerte, eso no sucede en todos los países”.

La cantidad de leche recomendada también es válida para el resto de bebidas, pues el exceso de la leche de soya también podría traer consecuencias en el equilibrio hormonal.

Esta bebida contiene fitoestrógenos que pueden producir alteraciones en la fertilidad. “Y a los hombres se les podrían desarrollar senos”, asegura Rivera.

Por eso, otro de los consejos es visitar a un especialista para que este recomiende el tipo de leche adecuada. Los niños, por ejemplo, deberían evitar la bebida de soya, pues estudios demuestran que aquellos que la han tomado presentan problemas en la pubertad.

Lo ideal, según la Organización Mundial de la Salud, es alimentar al bebé exclusivamente con leche materna hasta los seis meses.

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