El Fondo Mundial de lucha contra la Malaria, el VIH-Sida y la Tuberculosis cuenta con USD 1 670 millones adicionales para financiar sus programas en el periodo 2012-2014, según se anunció durante la reunión de su Consejo de Administración de dicha institución independiente de la ONU.
De ese dinero, 616 millones se invertirán casi inmediatamente en renovar las subvenciones actuales, y el resto se mantendrá congelado hasta que se haga una evaluación detallada de las necesidades existentes, según de decidió en el Consejo de Administración, que se reúne hoy y mañana en Ginebra.
Cuando en noviembre del 2011, el Fondo decidió anular la undécima ronda de solicitud de subvenciones ante la incertidumbre financiera, se puso de manifiesto que habría programas que se quedarían sin recursos para poder financiarse.
Para evitar un corte de los servicios, el Fondo estableció un Mecanismo de Transición que permitiera la transferencia de dinero y el mantenimiento de los programas.
Sesenta y un programas presentaron una solicitud de fondos de transición por un periodo de dos años con un monto que asciende a USD 616 millones.
De estos, 253 millones se implementarán en programas de VIH-SIDA (26 solicitudes); 233 millones a programas de malaria (14 solicitudes); y 130 millones para tuberculosis (21 solicitudes).
Los poco más de mil millones de dólares restantes se usarán para nuevas subvenciones aún por determinar.
Según el Fondo, los 1 670 millones provienen de dinero aportado por nuevos donantes; la aceleración de donaciones de países que ya se habían comprometido con entregar subvenciones; y la anulación de financiación de programas en países emergentes como China o Brasil.
“Algunos donantes fueron más generosos. Otros vieron que podían acelerar sus planes para realizar una donación. Otros decidieron participar por primera vez“, según un comunicado de la organización, que no especifica a qué países se refiere.
Asimismo, el Fondo detalla que los 1 670 millones son dinero adicional que se sumará a los 7 000 millones para subvenciones que ya fueron aprobadas y que se deben implementar hasta el final del 2013.
Por otra parte, en la reunión del Consejo Directivo se analizaron los cambios llevados a cabo por el nuevo gerente general, el colombiano-brasileño Gabriel Jaramillo, que asumió el cargo el pasado 1 de febrero.
En este periodo, Jaramillo eliminó 245 puestos de trabajo y creó 189 nuevas posiciones, en la mayoría asumidas por personal interno, por lo que la pérdida total de la masa laboral ha sido de un ocho por ciento.
Uno de los puestos señalados “clave” por el nuevo equipo, es el del nuevo Jefe del Departamento de Riesgos, que se encargará de velar por el buen funcionamiento de la entidad, especialmente en el control y rendición de cuentas.
Asimismo, en la reunión se definirán los criterios para elegir al nuevo gerente general -Jaramillo sólo se queda en el cargo un año a petición propia-, y se desarrollará el método que permitirá solicitar subvenciones, dado que ya no se convocarán más rondas globales y a partir de ahora la relación será bilateral entre el Fondo y los países solicitantes de fondos.
El Fondo nació en 2002 como un ente independiente de Naciones Unidas creado para “estrictamente” financiar programas -tanto públicos como de organismos privados y de ONG- para luchar contra tres de las mayores “epidemias” del mundo.
En diez años ha donado 22.600 millones de dólares que ha distribuido en 150 países, lo que la convierte en la mayor entidad en volumen de dinero captado y entregado en el área de salud pública.
Pero en este decenio registró un crecimiento exponencial en dinero y en personal para gestionarla que provocó un descontrol que llevó a que el año pasado la entidad descubriera y revelara que se habían detectado malversaciones de fondos en cuatro países, Mali, Mauritania, Zambia y Yibuti, además de una mala gestión en varios otros.
Las sospechas de malversación hicieron que países como Alemania o España anunciaran que congelaban sus aportaciones, y se inició un proceso de remodelación que este año, de la mano de Jaramillo, se está poniendo en marcha.