En la malla curricular de formación del docente no se incluyen parámetros para abordar el tema de la sexualidad y la prevención del VIH.
Eso afirma Mary Guinn Delaney, especialista en VIH-sida de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). Entre el 2011 y 2012, el organismo desarrolló un estudio en torno a las políticas educativas sobre sexualidad en la formación inicial en Ecuador, Bolivia, Colombia, Perú y Venezuela.
Delaney concluye que el tema se trata en talleres o cursos en línea, que el mismo docente busca para enfrentar las preguntas de sus alumnos en el aula. Pero no existe una estrategia consolidada que promueve el tratamiento de estos temas de manera profunda.
Uno de los Objetivos del Milenio (propósitos de desarrollo humano fijados en el año 2000), es haber detenido y comenzar a reducir el avance de esta enfermedad. Y la Unesco busca insertar el tema en las agendas de los países. En el 2011 había unos 34 millones de personas afectadas por el virus. Por lo que aún es uno de los agentes más mortíferos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
De acuerdo con el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH-sida y la OMS, más de cinco millones de jóvenes viven con el virus en el mundo. El 45% de nuevos casos se produce entre personas de 15 a 24 años.
Según la Federación Internacional de Planificación Familiar, 4,4 millones de adolescentes mujeres, de 15 a 19 años, intentan abortar en condiciones inseguras. Y cada año, entre chicos de 10 a 24 años, se producen unos 11 millones de nuevos casos de enfermedades curables transmitidas por vía sexual.
Por ejemplo, en abril del 2013, la Sociedad Ecuatoriana de Infectología, de acuerdo con cifras de la OMS, indicó que en el mundo la incidencia del Virus del Papiloma Humano (VPH) produce 17,6 millones verrugas genitales. Existen 42 000 casos de tumores en el tracto orofaríngeo (boca y faringe) y 23 500 presentan tipos de cáncer en el área genital.
Magaly Robalino, de la oficina de la Unesco con sede en Quito, señala que el tema apenas se está incluyendo en las agendas de educación en el Ecuador.
Según indica el estudio, Ecuador y Bolivia viven una época de transición: hay avances, pero no se concretan en el campo de la educación sexual integral. Perú, por ejemplo, tiene experiencias interesantes, trabajadas en la sociedad civil y no institucionalizadas.
Robalino dice que en los cinco países no se observan mayores diferencias. Los maestros apenas conocen sobre la anatomía y la protección para evitar embarazos, lo que no es suficiente.
“Hace falta un abordaje más integral, hacer que la sexualidad sea vista como una dimensión de la vida humana, que los maestros no toquen el tema según sus experiencias, mitos y preconceptos”, asegura Robalino.