El poder observar el propio físico ante el espejo permite detectar malformaciones. Foto: Shutterstock
Toda persona, inmediatamente después de un baño, permanece algunos instantes desnuda cerca de un espejo. Algunos prefieren salir rápido de la situación, mientras que otro eligen permanecer allí, en contemplación del propio ser, por mucho tiempo. Lo que la mayoría desconoce es que esa escena, tan cotidiana, tan trivial, puede llegar a ser clave para el cuidado de la salud.
El poder observar el propio físico ante el espejo permite detectar malformaciones en la piel, manchas u otro tipo de señales que puedan reflejar algún problema.
Por eso, un grupo de expertos médicos de Inglaterra elaboró una serie de posibles complicaciones físicas importantes a tener en cuenta en ese momento de intimidad “con uno mismo”.
Bultos extraños en la ingle
La ingle es una de las zonas más propensas a sufrir hernias, a causa de un esfuerzo desmedido o una contracción abdominal excesiva.
Los pequeños bultos, que pueden ser identificados a simple vista, podrían ser signo de una hernia en formación. Ese trastorno físico es provocado cuando una parte del intestino empuja a través de la pared de la ingle.
“Lo más probable es que sólo se pueda ver el bulto estando en una posición vertical debido a que la gravedad y la presión abdominal harán que sobresalga”, explicó al Daily Mail el doctor Anton Emmanuel, un gastroenterólogo consultor de la University College London Hospitals.
Manchas oscuras en las axilas
Los parches oscuros de piel engrosada en las axilas pueden ser un trastorno cutáneo conocido como acantosis nigricans. “Si bien pueden ser benignas, muchas veces pueden ser una señal temprana de diabetes tipo 2″, explicó la doctora Nida Chammas, endocrinóloga del Hospital Churchill IMC.
Normalmente tienen el tamaño de la palma de una mano y tienden a ser secas y de textura áspera. También pueden picar. “Están normalmente vinculadas a la obesidad, que a su vez puede causar resistencia a la insulina” dijo la doctora Chammas. “Se cree que altos niveles de insulina en la sangre pueden provocar cambios en las células de la piel que conducen a la formación de estos parches”.
Aunque la ciencia todavía no descubrió el motivo, por lo general se forman en pliegues como las axilas, el cuello y la ingle. Realizar cambios en el estilo de vida tales como bajar de peso, reducir la ingesta de hidratos de carbono y hacer más ejercicio puede ayudar a restaurar el color original de la piel.
Como asistencia a aquellos cuyas manchas se derivan de resistencia a la insulina, un médico puede prescribir medicamentos como la metformina, que reduce los niveles de insulina y apacigua el color de las manchas.
Moretones inexplicables
Muchas personas se encuentran a diario con moretones o marcas oscuras como de golpes en diferentes partes del cuerpo que tardan más o menos una semana para desaparecer. Esto puede ser un signo de una enfermedad del hígado como, por ejemplo, hepatitis.
“Si el hígado está enfermo, lo más probable es que el número de plaquetas en la sangre disminuya”, señaló el profesor David Lloyd, cirujano del hígado en el Hospital Universitario de Leicester.
“Como las plaquetas son necesarias para coagular la sangre, su disminución puede dar lugar a una hemorragia interna que genere la contusión”. Los hematomas también pueden ser un indicio de un proceso de leucemia, por lo que es de suma importancia informar a un médico.
Lunares en la pierna o espalda
La mayoría de los lunares del cuerpo son cúmulos de células llamadas melanocitos -que producen el pigmento en la piel- completamente inofensivos. Sin embargo, en algunos casos pueden ser un melanoma, una forma agresiva de cáncer de piel.
En las mujeres se forman comúnmente en la pierna, mientras que en los hombres son más comunes en la espalda por lo que es necesario chequear constantemente toda la superficie de la piel en un espejo.
Según el doctor John Ashworth, un dermatólogo consultor de Bridgewater Community Healthcare NHS Trust, los melanomas tienen la apariencia de lunares muy oscuros o muy pálidos con una parte más oscura que crece de a poco.
Aunque el lunar esté en la zona hace mucho tiempo, si cambia de color, forma o tamaño es probable que esté mutando o desarrollando un cáncer.