ENTREVISTA
Manuel Peña/ Representante de la Organización Panamericana de la Salud en Ecuador
Las alertas se lanzaron por el Día Mundial de la Salud y se habló de una preocupación generalizada por las enfermedades causadas por vectores. Incluso se dijo que el cambio climático había disparado estos males.
¿Cuáles son los principales problemas que afronta América Latina por las enfermedades tropicales?
Hay riesgos en la población y los hay por determinantes como la pobreza, falta de educación, condiciones del agua, estructuras de viviendas, problemas térmicos, precisamente como el cambio climático…
Pero, ¿cómo prevenir y tratar oportunamente?
Esto tiene que ser multisectorial. Por ejemplo, en educación, esa Cartera debe estar presente o si se habla de vivienda relacionada con estas enfermedades, la Secretaría enfocada a ello debe participar. Los líderes locales deben asumir esto con responsabilidad. Hay que incrementar educación y participación social.
¿Dónde recibió la OMS los primeros reportes de riesgo por cuadros tropicales?
Estas enfermedades, en realidad, forman parte de una agenda inconclusa que la sociedad tiene, porque si bien hay avances médicos y farmacológicos en estos problemas, se está pensando poco en los menos favorecidos. No hay justificación para que aumenten. El dengue se ha elevado, el paludismo y la malaria también en algunos sitios.
¿Qué enfermedades se ha prevenido en Ecuador?
El dengue, la malaria y la oncocercosis. Estamos contentos de que se haya podido hacer tantos avances contra el paludismo, aunque todavía falta. Pero este país será declarado el segundo, luego de Colombia, en eliminar la oncocercosis, que estaba en el río Esmeraldas. Se está reconociendo eso.
Y en cuanto al dengue…
Hay que seguir más recomendaciones. Se requiere más información, porque es otra de las enfermedades que ha mutado con el tiempo y hay que controlarlo ahora.
¿Por qué cree que en Ecuador se están controlando estas infecciones?
Creo que hay una política que está viendo la salud en un amplio espectro. No es un problema de comprar medicamentos o solo limitarse a dar atención en centros. Es un problema de educación y de liderazgo para convocar a otros sectores para que participen y que los jefes de Estado asuman esto de manera responsable. Está entre los países que marchan más a la vanguardia en ese sentido.
¿Cuáles son los países más afectados?
En América está Haití. Allí hay problemas de salud solo comparados con África. Luego de las pérdidas del terremoto han venido enfermedades y no se ha podido recuperar. Bolivia, Honduras y Nicaragua tienen problemas pero hacen esfuerzos para superarlos.
¿Cuáles son las sugerencias de la OMS a los Estados?
Primero, la información de los eventos complicados. Se deben tener sistemas estadísticos para medir, para comparar. Los promedios nacionales ayudan a conocer dónde está el problema y su distribución. Hay que crear una cultura de salud en donde intervengan los medios y las redes sociales. También la intervención del Gobierno nacional, provincial y local para que identifique como prioridad el desarrollo en cuanto a estos problemas.
¿Cómo afrontar las transmisiones de estas enfermedades por el calentamiento global?
Dotando de información sobre el sistema de salud. Hay que cambiar los patrones de respuesta, por ejemplo, en pueblos donde antes no había mosquitos y que ahora los tienen por el calor. Deben saber adonde acudir, qué hacer. Posiblemente haya microbios que despierten por el cambio climático. Pero además se debe organizar un sistema de vigilancia y tratamiento.
Hoja de vida
Es representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en Ecuador. Dice que para prevenir las enfermedades tropicales debe haber educación y participación social. Indica que en Haití hay problemas de salud solo comparados con África y que tras el terremoto han venido enfermedades y no se ha podido recuperar.