Está entre los 10 tipos de cáncer que se diagnostican con mayor frecuencia en Ecuador. Los tumores malignos de próstata causaron 4 160 defunciones entre 2017 y 2020, según datos del Ministerio de Salud Pública. Ante su elevada incidencia, la Sociedad de Lucha contra el Cáncer en Guayaquil (Solca) aprovechó la última semana de noviembre para difundir la prevención a través del examen prostático.
El psicólogo Cristhian Durán analiza los factores que inciden en el bajo alcance de las campañas dirigidas a los hombres, debido a prejuicios relacionados con una afectación a la masculinidad. Los pacientes en tratamiento requieren un acompañamiento debido a múltiples reacciones.
En prevención de cáncer se tiende a pensar, erróneamente, que el examen para hombres vulnera su masculinidad. ¿Esa idea influye en los diagnósticos tardíos?
Puede haber factores relacionados a nuestra cultura, pero también influye la incomodidad del examen. Es cierto que los chequeos de rutina que se hacen las mujeres también son incómodos, pero no se difunde tanto la idea de exámenes de prevención para hombres, pese a que el cáncer de próstata es un diagnóstico frecuente. Hay que hacer hincapié en la importancia de este chequeo a partir de los 40 años.
¿Los pacientes en tratamiento por cáncer de próstata piden acompañamiento psicológico durante esta fase?
Con frecuencia buscan la asistencia psicológica cuando ya son diagnosticados, principalmente porque experimentan cambios.
¿De qué tipo?
Emocionales. Parte de la terapia incluye bloqueadores hormonales que pueden llevar a niveles de castración, a tener niveles muy bajos de testosterona. Justamente, se trata de detener la producción de esta hormona para que el cáncer no progrese.
Cuando esto ocurre se producen ciertas reacciones emocionales de las que, lamentablemente, el hombre por lo general no está informado.
¿Qué tipo de reacciones?
El tratamiento puede generar depresión o una fragilidad emocional que no es, necesariamente, depresión; mas, es una reacción que en algunos casos no están acostumbrados a experimentar, como llanto fácil y frecuente o el hecho de tornarse irritables.
También hay reacciones de orden orgánico, como un debilitamiento de los huesos. Pero casi siempre acuden por estas reacciones emocionales que les parecen atípicas, porque de repente lloran de la nada. En estos casos sí influye esta percepción de la sociedad con la idea de que los hombres no lloran.
¿Cómo trabajan para desbloquear estos prejuicios asociados al machismo para avanzar con el tratamiento?
Explicándoles que es saludable que tengan un espacio para la descarga emocional. Es una forma de superar esa barrera, ese estigma que desde pequeños hemos escuchado de nuestros padres: “no llores”.
Pero cuando identificamos que estamos tristes, enojados o con miedo se puede realizar esta descarga, en un espacio y momento delimitado, para luego continuar con nuestro día a día.
¿Cómo inciden estas reacciones en las relaciones en el hogar y de pareja?
Muchas veces no quieren abordar el tema en la familia, justamente por ese nivel subjetivo del rol de cabeza del hogar o de proveedor, y de repente resulta que comienzan a llorar con frecuencia. Otro motivo de consulta es porque en la parte sexual, en su vida de pareja, empiezan a tener problemas de erección.
¿Y qué se aconseja en esos casos?, porque la actividad sexual suele estar muy ligada a la idea de virilidad en sociedades como la nuestra.
Podemos asociar tanto los cambios emocionales como el de la virilidad. Estos dos aspectos pueden devenir en que el hombre piense que ha perdido su masculinidad, pero en la escucha tratamos de enfocar otro elemento: la mirada de su pareja.
Resulta que en muchas ocasiones la pareja es comprensiva sobre lo que está sucediendo, porque reconoce que es parte de la enfermedad.
Claro, hay que ahondar en aspectos de la personalidad del paciente, pero también hay que comprender que la sexualidad abarca mucho más que netamente el coito. Por ejemplo, hay zonas erógenas que pueden permitir que la relación fluya.
¿Qué tan urgente es dar más impulso a la prevención del cáncer de próstata y cómo se puede hacer prevención?
La manera más idónea es difundiendo lo natural, que es hacer prevención. Hay mucha resistencia a acudir a un hospital o uno se guía por cómo se siente y piensa que no debe hacerse chequeos.
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