Científicos chinos reducen el coste de producción de fármacos antimalaria

Un equipo de científicos de Shanghái ha descubierto un nuevo método para producir artemisinina, uno de los tratamientos más eficaces pero más costosos para la malaria, a mitad de precio y a una mayor escala, informa hoy la prensa estatal.

La artemisinina, basado en la planta china Artemisia annua, es el tratamiento recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el más efectivo para combatir la malaria.

No obstante, indica hoy el diario "South China Morning Post", los fármacos producidos a base de artemisinina son extremadamente caros por la limitación de la oferta de ajenjo dulce, una planta a base de hierbas cultivada en China y en varios países del sudeste asiático, de donde se extrae la artemisinina y se sintetiza a través de un complicado proceso.

Precisamente, la clave del trabajo de los científicos shanghaineses se basa en la necesidad de "luz" en el actual método de sintetización, algo que muy pocos científicos han comprendido, según explicó el doctor Zhang Wanbin, de la escuela de ingeniería química de la Universidad Jiatong de Shanghái, al diario.

El doctor Zhang, líder en el equipo, pasó siete años tratando de encontrar la manera de producir artemisinina sin la necesidad de luz, antes de hallar un "catalizador" con el que el experto asegura que se puede producir artemisinina a mayor escala y a menos de la mitad del coste actual.

Aunque Zhang rechazó revelar más información sobre el catalizador, sí comentó que el nuevo método que utiliza es "simple y productivo", y que arroja una tasa de extracción de artimisinina de alrededor del 60 por ciento, un porcentaje mayor que el logrado hasta el momento.

Zhang señaló que había conseguido superar los resultados conseguidos por el científico alemán Peter Seeberger, quien anunció en enero que había descubierto una simple y rentable manera de sintetizar la artemisinina, en base a un método fotoquímico y productos de desecho de la artemisinina, el ácido de artemisinina.

El investigador trata ahora de patentar internacionalmente su hallazgo que, al igual que el de Seeberger, puede ayudar a que los medicamentos puedan ser accesibles para gran parte de la población mundial que no puede asumir el coste del tratamiento actual, sobre todo, en el sur de África.

No obstante, el rotativo también recoge las declaraciones del doctor y experto en la enfermedad, Yu Xinbing, quien no se mostró seguro de que el descubrimiento de Zhang sería un gran avance debido a que la artemisinina producida con su método no se había sometido a ensayos clínicos.

El doctor Yu destacó que no es fácil realizar estas pruebas en China, ya que sólo se habían registrado 4 100 casos de malaria en los últimos cuatro años.

Según el último informe mundial sobre la malaria, unas 655 000 personas murieron en 2010 de la enfermedad -más de una por minuto-, la mayoría niños y mujeres embarazadas.

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