El ‘beat’, similar al del reggaetón, prende la fiesta en las discotecas de Quito. En la foto, una coreografía grupal en la Salsoteca Lavoe. Foto: Patricio Terán/ EL COMERCIO
La canción Cucha Cucha, del grupo caleño La Gente Pesada, cambia el panorama de la Salsoteca Lavoe, en Quito. Los bailarines dejan a sus parejas y empiezan a realizar una coreografía grupal, que bien se podría comparar con el fenómeno del Meneaito, en los 90. El ritmo de esta canción es el resultado de la fusión de la música tropical de la costa del Pacífico colombiana y de géneros urbanos como el rap y el hip hop.
Es la salsa choke, que desde el año pasado suena en discotecas, bares, fiestas familiares…
La popularidad de este ritmo se atribuye a Pablo Armero, Juan Cuadrado y James Rodríguez. Ellos eran los protagonistas de la particular celebración de la Selección Colombia tras anotar un gol en el Mundial Brasil 2014. El festejo consistía en hacer un baile muy animado, marcando tres tiempos a cada lado y al cuarto sacando el pie en ademán de patear un balón. Armero, originario de Tumaco, era el que lideraba la coreografía.
Es que en la región suroeste de Colombia se originó la salsa choke hace aproximadamente una década. Así lo aseguró Alexander Sevilla, líder del grupo caleño La Gente Pesada, en una entrevista con Diario EL COMERCIO. “Este género está caracterizado por el uso de melodías del Pacífico colombiano, resaltando los instrumentos que vienen de allá”.
Los sonidos del folclor afrodescendiente de esa zona de Colombia, como el de la marimba y el del guasá -un tipo de sonajero-, y hasta elementos propios de esa cultura como los silbidos se fusionan con los beats de la música urbana. Se ha criticado el nombre de esta tendencia, pues, a nivel musical, de salsa tiene poco; la salsa choke se produce digitalmente, con sonidos pregrabados y letras repetitivas.
Los primeros exponentes de este ritmo se instalaron en Cali, pues se convirtió en una plaza más comercial para el género. En la capital de la salsa, nuevas agrupaciones adoptaron esta tendencia, dándole mayor reconocimiento a nivel popular. Los Traviesos, Integración Casanova y Cali Flow Latino son las agrupaciones más sonadas.
El estilo es mucho más sencillo que la salsa, pero está pegando porque es un ritmo fiestero, según Diego Vega, dueño de Lavoe. Este género es sinónimo de la ‘recocha’, una expresión colombiana usada para referirse al juego entre amigos, a la fiesta. Sin embargo, Vega cree que es una moda pasajera, pues la salsa choke no tiene la fuerza estructural con la que se impuso la salsa hace 50 años.
Karina Báez, bailarina profesional de salsa, cree que este es sobre todo un fenómeno bailable. El nombre del ritmo, explica, proviene del baile. “El paso principal era golpear las caderas con la pareja, pero eso no duró más de un año, porque era muy brusco”, dice.
CJ Castro, originario de Tumaco, es reconocido como el pionero. La canción Chichoke es considerada la primera del género como se conoce actualmente. “Esta establece un estilo más sabroso y propone movimientos más sensuales”, manifiesta Báez. Con esta canción también se originaron los pasos básicos, que son similares los de la bachata pero en un compás más acelerado.
Por la cercanía de Tumaco con Esmeraldas, esta provincia ecuatoriana fue la primera en contagiarse con el ritmo, hace ya unos cinco años. En Ecuador, exponentes como el esmeraldeño Tita Salsa Urbana, con el tema Bien vacilado, ya han incursionado en el ritmo de moda.
Felipe Centeno, ganador de ‘Pequeños Gigantes’, también se ha inclinado por esta tendencia. El año pasado grabó Uh ah, su primer sencillo, en Cali. En Quito, Carapungo es una de las principales plazas. La comunidad afro, que es grande en este sector, es seguidora del género, por lo que suena frecuentemente en las discotecas del sector.