Taron Egerton interpreta al famoso forajido en un filme que lleva el mito del héroe proscrito al terreno del súper héroe. Foto: IMDb
La leyenda del forajido encapuchado que les quita a los ricos para repartir entre los pobres regresa a la pantalla grande con ‘Robin Hood’. Ben Chandler y David James Kelly firman su primer guion, en el que reintroducen al famoso personaje en una producción adaptada al patrón cultural de los modernos superhéroes.
Otto Bathurst dirige esta aventura, que explora la génesis del noble ladrón. En la primera parte de la historia, Taron Egerton aparece convertido en Robin de Loxley, un miembro de la nobleza que ha sacrificado sus privilegios para servir a la Iglesia Católica en la guerra contra los musulmanes, durante las Cruzadas.
En el campo de batalla, el protagonista vivirá una experiencia que detonará un cambio en su manera de ver las cosas y que se ratificará cuando vuelva a su hogar en Nottingham buscando paz, solo para encontrarse con una ciudad irreconocible.
El miedo como instrumento de dominación religiosa y la exigencia de diezmos como parte de un sistema extorsivo solo es una muestra de la corrupción que domina la sociedad. En ese contexto, el protagonista decide actuar para provocar cambios, oculto bajo una pañoleta y una capucha (‘hood’, en inglés).
Así es el Robin Hood de Bathurst, un caballero oscuro de origen noble que se vuelca a la calle para impartir justicia por su cuenta y castigar a los corruptos. Pero Batman no será la única referencia de la que se apropia el director.
La cinta lleva la leyenda al terreno de un espectáculo más moderno y estilizado, en medio de combates coreográficos al estilo de ‘Kingsman’, revueltas callejeras como en ‘Through the Never’ o persecuciones a caballo con el vértigo de ‘Rápidos y furiosos’. La intención reflexiva apenas sobrevive bajo ese vistoso y sobrecargado empaque.
El camino inicial de este nuevo Robin Hood está trazado por el encuentro con Little John (Jamie Foxx), un viejo enemigo que se convierte en su mentor, así como por Marian (Eve Hewson), la prometida abandonada durante la guerra que tiene otro compromiso con un líder político de nombre Will (Jamie Dornan).
En el elenco sobresale Ben Mendelsohn como el Sheriff de Nottingham, un tirano funcionario criado bajo el cruel dominio físico y espiritual de la iglesia y la nobleza, a las que sirve y también repudia.
Por último, la cinta termina desafiando al tiempo en una confusa mezcla de estilos y diseños en la arquitectura, vestuario y escenografía con la que se construye una época indefinida, para un relato que busca vigencia en la forma de un superhéroe medieval.